22.12.11

brillante navidad

A estas alturas, después de cuatro semanas de brillos, campanitas, arbolitos y bolas rojas, tengo tal empacho de luces navideñas que al ver el nuevo belén de brillantina instalado en la plaza Mayor, una bola lumínica ha crecido en el estómago, sus jugos se han desbordado y buscan hueco en el intestino; tal es su intensidad que me tiene llena sin probar bocado, y eso que ni he tocado el turrón y los polvorones. ¿Será un virus? Hay quién dice que las luces no se digieren se apagan. ¿Tendré que seguir sin probar bocado hasta el 10 de enero? ¿Tendré que inocularme alguna de esas bacterias que se zampan el petróleo? ¿Serán muy caras? Con los tiempos que corren y mi crisis salarial infinita, tendré que recurrir al dinero rápido. No, nada de lo estáis pensado, no me refiero a un pelotazo urbanístico en el Levante o en Los Alcaldes. Será más socorrido dado lo maltrecho del ladrillo recurrir a la venta de oro.

LA SOLUCIÓN
DINERO RAPIDO Y AL INSTANTE
Compramos todo tipo de joyas de oro, plata, platino, brillantes, lingotes, monedas, relojes, cuberterías, etc..
No dude en vender sus joyas: joyas rotas, regalos de exparejas, herencias, obtener dinero rápido y al instante, o para realizar sus sueños.

Venderé los regalos de todos mis ex: el joyón que regaló el pijo una tarde romántica de primavera, la pulsera de prometida en ciernes, el anillo de una pasión al bies… ¡Dios me quedaré desnuda!

18.12.11

adiós, cesaria evora





En mis días de desamoramientos, ella con su tristura devuelve la alegría a este achacoso corazoncito.
Que la tierra te sea leve.

15.12.11

cumbre europea y Julio Camba



Antes que Cameron se retirase a los cuarteles de invierno en su Isla Atlántica, Intereconomía publicó esta foto que no tiene desperdicio. Si los gestos hablasen… Este fragmento de mi admirado Julio Camba viene peripintado:




“-¿Los poetas? – me dijo el hombre de la City-. Pero ¿usted cree que esa chusma sirve para algo?
Yo le expuse modestamente mi opinión:
-Los poetas, no tiene duda, sirven para poetizar la vida. ¡Si costasen muy caro!... Pero no comen casi nada. Un pueblo como Inglaterra podría sostener sin gran sacrificio, una porción de poetas.
-¿Para que nos poetizarán la vida? –me preguntó el hombre de la City.
-Precisamente. Los poetas nos humanizarían, nos impregnarían de ternura, nos harían sentimentales, ¿no es eso?
-Eso es. Pero ¿usted no ve que nuestros negocios irían entonces de cabeza? Hay que cerrar las costas de Inglaterra a toda invasión poética. Una invasión de poetas sería mucho más peligrosa para nosotros que una invasión de alemanes.”




La acción de los poetas: el virus corrosivo. Julio Camba.

2.12.11

ajustes

Las horas liquidan sus registros entre liquidez inmediata, prudencia contable, provisión de fondos, primas de riesgo, gestión continuada, diferencial de riesgo, 459 puntos básicos, anualidad, imagen fiel, ajustes, ejercicio presupuestario, periodificación, valor residual, operaciones, diferidos, reclasificación temporal, desviaciones, inmovilizado, demérito, corto plazo, valores, insolvencias, devengo, plan, precio de adquisición, financiación afectada, operativa, provisiones, valor venal, imputación de la transacción, solvencia, endeudamiento, saldos, anticipos, indicadores, caja, esfuerzo inversor, gasto diferido, desconfianza de los mercados, provisiones, regularización, tecnócratas en los gobiernos, planes de rescate, sobreprecio y cierre contable.

La noche cancela el saldo amapola de tus ojos.

15.11.11

chimenea del diablo



Se confunde la línea de las alas
en los roquedos grises, sigue el vuelo
las grietas y los líquenes, se posa
en una sombra de su forma el águila.

La cascada invisible bajo el musgo
hace olvido las amenazas. Manos
y garras solicitan asidero.
Irrumpe el sol y la ladera dulce.

El esqueleto de la zorra marca
la divisoria de la lluvia. Vamos,
vienen los cazadores.

El agua de la fuente se ha cerrado,
una raya de frío se ha trazado en tu frente.

Aníbal Núñez (diciembre, 1983).

7.11.11

las cuentas del Gran Capítán

Entre tarimas, focos y cronómetros última generación, 540.000 euros. ¿Crisis?

Quién dijo crisis con este presupuesto para montar un montar este debate de

sosainas. Que luego nos vengan con recortes... ¡Me van a oir!

29.10.11

esperando la lluvia

En el viento había gotas de lluvia. El polvo de las aceras se recogía entre los pliegues de la

falda, sepultado bajo las suelas de los zapatos. Las nubes ofuscadas sudaban tinta china en su

galope hacia el oeste. Las hojas de las acacias llamaban a las ventanas, caían desplomadas

en los balcones. Las horas zarandeaban los escalofríos de los caminantes. Y a las once de la

noche comenzó a llover. En el agua de lluvia no había viento.

15.10.11

canalejas en un cuarto

Martes 11 de octubre, dos de la tarde. El panel electrónico de la plaza de Brujas informa: Paseo de Canalejas RETENCION. 27 grados. Cuando mi neurona se despierta ya estoy encerrada en el carril izquierdo con un Fiat azul delante y una furgoneta en el trasero. Petrificada. ¡Joder, sólo salen chicas por esa puerta! Facultad de Educación. A mi derecha un todo terreno negro con un tipo de cráneo afeitado que me mira desde arriba. Los jefazos Caixa Galicia se aplican sueldos y jubilaciones de políticos, la exdirectora de la CAM se endilga más 360.000 euros de pensión vitalicia. Y esto… ¿por hundir sus chiringuitos? El pelado del todo terreno esboza una sonrisa de sorna ¿Ha escuchado mis pensamientos? ¿Funciona la telepatía? Arrancamos. ¿Se puede ligar en un atasco? Con un poco se suerte paso el semáforo. No la hubo. Ahora en primera línea de batalla. ¿Qué pasa hoy? ¿Volvemos todos juntos para no perdernos?

Salen los niños de los jesuitas, veloces sin mirar a los lados. Quiero que mi carril suba así de rápido. ¿Por qué mi carril no avanza? Siempre más lento, la otra orilla se escapa y yo sin moverme. La marquesa del Audi vigila atenta mis bamboleos hacia su parcelita de calzada por si le rayo el auto.

Un japonés -¿chino, coreano? ¿Por qué no los distingo? ¿Ellos tampoco se distinguirán?- baja trotando por la acera soleada ¡Dios corriendo con este calor! ¿Qué fiebre les ha entrado a los chicos por correr? El estanquero acaba meterse entre pecho espalda casi trece horas poli-maratón a 30 grados. ¿Se puede estar 6 horas corriendo en bicicleta después de haberse metido 1h 17’ nadando entre medusas? Claro que si una te pasa la patita por la nariz se acabó la carrerita. Y si luego corres 5 horas, ¿se rompen los tendones, agrietan los huesos? Parece que no, el niño ¡vive!, acabo de verlo. ¿Cuanta agua necesitas para sobrevivir? Arranco. Nos movemos. Dice que se bebió 24 litros durante el viajecito en bicicleta. Me parecen muchos así de repente. Dice que, al final ya no sudas, y la sal se cristaliza sobre la piel. Llego a la altura de motos Dakar, volvemos a parar. Algún metro más… ¡por caridad! ¿Cuántos metros se recorren 5 horas corriendo? ¿Después de ese atracón le quedarán endorfinas para el resto de su vida? Y… si se le agotan, ¿no tendrá más orgasmos? ¿Son inagotables las endorfinas? Casi, casi… He llegado al supermercado. Otra vez el semáforo se empeña en cerrarme el paso. Canalejas abajo circula el bus de la línea 3, ¿lo conduce el hombre al que atacaron la semana pasada? Arrancamos. Lo pierdo de vista. Los árboles de la Alamedilla y plaza de España me saludan. Respiramos tranquilos la banderita nos protege.

9.10.11

mercado de otoño





La indiferencia de las setas, tan bien acostadas en sus cajitas de madera, la mantenía en vilo. Sólo esperaba una señal para huir.

4.10.11

arrebato



En este momento reponen Arrebato en la 2. Tanta voz en off, tanto caballo y raya de cocaína me abruman. Y el mito de Will More roto en pedacitos de aburrimiento. ¿Me hago vieja?


3.10.11

veranillo de san miguel

Bajo un castaño viejo y retorcido como un lunes de invierno. Una hoja dormida, otra requemada. El libro entre los dedos no cuenta las horas.

26.9.11




Un hilillo de sudor desciende por mi espalda. El sorbete de mango vira rumbo a sotavento, encalla en el paladar.

Escoramos.

Nos hundimos.


25.9.11

-Ya es hora de que cambies la portada.


- El sombrero me come y las noches se alargan, el sol salió a las 8:14 y se
pondrá a las 20:14.



8.9.11

inquisitvo despertar





Hay una canción de Laurie Anderson -una de mis favoritas- en la que parodia los concursos televisivos de preguntitas de vasta culturilla general; en esta canción la pregunta top es: ¿Qué es más macho…?

Esta mañana, todavía con legañas en los ojos, no dejo de preguntarme:

¿Qué es más macho, el traje de armuñesa o el traje de charra?








4.9.11

¡al fin solos!

No falta nadie, ya estamos todos: el fútbol, el egipcio del Bar del barrio, la vuelta ciclista, la crisis bancaria, el atasco de Álvaro Gil, las niñas buenas, los corticoles, los amigos, la semana fantástica, los estudiantes, la segunda recesión –agazapada entre los pliegues de la falda de Christine Lagarde-, miss piernas y sus escotes palabra de honor, los tertulianos de toda la vida en las radios, la marabunta de las despedidas de solteritos, las casetas y las ferias, los sobreros en los chiqueros de La Glorieta, los apocados amarillos en las hojas de los chopos, huelo el otoño cada noche en el balcón. Sólo falta Mañueco vestido de charro... Eso, mañana niños queridos. ¡Qué nervios!

28.8.11

desafinado

Viernes 26 de agosto. Crepúsculo. Un aire lento y frío resbala por las escaleras de la Clerecía, tropieza con el extranjero de boina negra que toca el violín en la esquina de la calle Meléndez y rueda a trompicones por la calle Compañía. Acaba de terminar su pieza desafinada, observa las mesas de la terraza mientras riega con su aliento norteño los dedos regordetes enrojecidos por la artrosis, sus pies un sombrero de paja, una flor pálida y algunos céntimos. Sopla la brisa y vuelve a soplar su aliento. Hoy la mujer meridional no toca el arpa. El violín solitario desgasta sus notas entre los pies de los viajeros; hacia la madrugada que esperan abrazados en la estrechez de una habitación de cualquier pensión.



22.8.11

¿ya estoy aqui?

Misombra dice que padezco el “efecto Google”, que he abandonado mi memoria en el teclado.

Barra de google, tecleo: s-o-m-b-r-a.

Primera entrada: Una sombra es una región de oscuridad donde la luz es obstaculizada. (wikipedia dixit).

Miro alrededor. Es ciudad de oscuridad.

Tecleo: 50.01/1.209
Primera entrada: 50.01 / 1.20900 = 41.3647643

¡Dios! Soy de google. Tiro la calculadora por el balcón. ¡Adios calculadora solar! Y bye, bye memoria.

No es ciudad para olvidos.

8.8.11

el duero




Régua, 16 de septiembre de 1962

Sudor, río, dulzura.
(En el principio era el hombre…)
De cocción en cocción,
El mosto va corriendo
en su lecho de piedra.
Corriendo y reflejando
el bifronte paisaje
marginal.
Corriendo como corre
un dorado caudal
de sufrimiento.
Corriendo, sin
saber
si avanza o retrocede.
Corriendo sin correr.
La desesperación nunca desagua.

Miguel TORGA, Diario IX (1964). Traducción de José Luis Puerto.

5.8.11

más listas

Esta mañana me he despertado con la prima de riesgo clavada en la neurona 4061 HNZ, y ahí el dardo toda la mañanita, con las bolsas arrastradas por los suelos, los correveidiles amargando el viernes a la clase política del orbe occidental, Trichet deshojando la margarita y los mercados haciendo el agosto. Una servidora también querría hacer su agosto, sacar tajada de esos bonos por las nubes. A ver que alguno de mis visitantes –del blog digo, porque en la casa Misombra y yo hemos cerrado en agosto¬ como el Turkish Bar del barrio- me informe dónde puedo comprar esos bonos al 5% porque mi banco no nos paga intereses desde la batalla de Lepanto. Espero respuestas.

Para colmo de males, me escuece el filete de panga que viene cargado de mercurio y plomo, y con aspecto de celacanto., ¿Igual de prehistórico? Este regustillo a viejo de dice que por esos años le anda. Consigo disolverlo en una copa de rioja y el parte de las tres. Nada como una vuelta al mundo para olvidar las desgracias neuronales. Con la llegada del culebrón postfranquista vuelvo al agosto.

-Voy despertando.

-Ya es hora de que abandones la refrescante alfombra floral de estos días y te indignes..., chata –dice Misombra en un alto dentro de este ajetreo veraniego que se trae.

-Contra algo en concreto?

-La indignación es un estado mental, y el tuyo roza la hibernación. Piensa, piensa… Ahí tirada entre las campanillas azules algo se te ocurrirá. Yo no tengo tiempo.

-Ya sé…Voy a hacer la lista de indignada: los políticos, los lameculos, los mercados y cia, los lobbys, las lomanas, los donjuanes, los salvamedeluxe y los embusteros. ¿Cómo la ves?

-Para empezar no está mal pero falta algo en esa lista, un pizca de sapore di sale –asevera Misombra con cara de filosofía.

Cuando empezamos con la sesión conciencia, mejor dejarla y tirarse a la calle con Gino Paoli en el ipod.






26.7.11

impresiones




Si la pereza fuese una nube, viviría en el país de las nieblas perpetuas.

He decidido exprimirla y que el diluvio inunde este corazón lleno de polvo.



21.6.11

21 de junio

Es una mañana sin tropiezos ni nubes. El atasco de Álvaro Gil se estampa sin remedio sobre los vehículos agitados y las manos impacientes y los pies a la deriva. La sombra de tu casa tiñe de gris la calzada. Una brisa agradecida no ayuda a arrancar. Los pies han encontrado su hueco, avanzan perezosos. No hay rostros tras los cristales. El río se cuela sobre el lecho del Tormes, roza los juncos y las barcas resbalan esponjosas. El aroma de la noche llega más lejos en verano.

13.6.11

telaraña


Tanta expectación con la telaraña sobre la plaza Mayor: que si el Ayuntamiento deja, que si no deja, que si Patrimonio, que si peligro para la Plaza. Tanto peligro, tanto peligro para los balcones, que al final nos ha resultado una telaraña pervertida y poco peligrosa. Tal vez peligro para los tímidos charrilandes al ver la que se le venía encima. Ese tejido de hilos pringosos que se pegaban a la naricita, las mejillas, los pantalones, el pompis o el muslamén, que se deslizaba a cuestas sobre nuestras cabezas gracias a las manitas de los presentes, era incómoda o juguetona según los gustos -algunos continuaron la noche con melenonas hasta la rodilla, naranja Hare Krishna-, pero nada más. Alguno hubo que huyó despavorido al verse bajo el tejido resinoso que lo amparaba.

10.6.11

JETT LIVE



10 de junio, casi las doce de la noche. Más templado que las últimas noches. Los diablillos obscenos del remate de la fachada del Hospital de Estudio aprovechan la algarabía estudiantil para achucharse entre los focos, besarse tras la puerta del Patio de Escuelas, y fornicar bajo el escenario. Renate Jett los abraza con su voz tornasolada, envolvente, serena como la nieve que cae sin viento; y los jadeos de los músicos excitan su pasión. Algo así necesitabamos después de toda aquella rabia y tanta violencia de Shalala - Erna Ómarsdóttir en el teatro de Caja Duero.

6.6.11

bye, bye love




Como bien habrás notado, estos últimos días la pena y la desolación invaden mis orillas. ¡Qué va a ser de mi sin Él? Camino perdida, estremecida por las orillas del Tormes. Me siento en la plaza del Comercio -su gran obra colosal de emperador romano-, admiro sus columnas y estrecho mi mejilla en la columna faraónica.

En las madrugadas de insomnio, una desolación lunática me conduce a la Plaza y como una yanqui extraviada paseo delante del Ayuntamiento. Delante, atrás. Atrás, delante. Paso largo, lengua mustia. Un ansia espolea el corazón, esperando una luz en la ventana de su despacho que me consuele y me conduzca de nuevo a casa. Ya quedan pocos días. ¡Cómo añoraré sus exabruptos y palabras por los codos! El sábado se cambiarán los bastones, sonarán las campanas, voltearán las banderas, Milanzarote dejará la Mariseca a la intemperie y nunca volveremos a verlo en la procesión, con su medalla de
Alcalde-milagro. Ya nada será igual.

29.5.11

la señorita Nicotina

Se fueron a almorzar a un restaurante donde les dieron huevos a la Malmaison, pollo con gelatina, crema de guindas, helado y un disgusto espantoso, porque la cuenta subió que más que Napoleón después de la campaña de Italia.

Acabó el almuerzo, ella se dio a conocer. -Me llamo Nicotina -dijo.

-¿Cómo? ¿Eres tú Nicotina, la famosa Nicotin: la que envenena, la que infiltra en el organismo, la que destroza la garganta y los bronquios, la que llena extraños tatuajes los pulmones, la que hace perder la memoria, la que ensucia el estómago, y arruina la salud y el bolsillo?

-Yo soy -murmuró muy bajito-. Pero, ¡bah!, han exagerado mucho. Se hacen furibundas campañas contra mí... y créeme: no soy tan mala como parezco. Amo hasta la vejez a miles de hombres sin que les ocurra nada malo. Esos mismos médicos que despotrican contra mí, me adoran. Porque soy la mujer más deseada del globo... millones y millones de hombres me rinden culto.

-Pero tú les intoxicas.

La señorita Nicotina sonrió y repuso dulcemente:

-¿Y que amor no intoxica, amigo mío?

Y él sintió la comezón de probar un amor que de tal manera fascinaba a los humanos, y exclamó en un susurro delirante, con el delirio arrollador propio de los adolescentes:

- Nicotina, Nicotina...

Diez minutos después tuvo el primer vómito.

(.../...)

-Pues bien: soy muy desgraciado, Nicotina...

-No sufras, pobrecito mío. Aquí me tienes a mí. Ámame.

En cuando a Natalia, yo la daré un buen cáncer de laringe en castigo a su estupidez.
Es verdad que su amor le hacía siseo por meses y le producía una tos que le facilitaba pintorescamente la expulsión de los bronquios, pero él le perdonaba eso con gusto.
Hasta que un día... ¡Oh! ¡Él no lo habría creído jamás!
Un día la llamó y Nicotina no acudió:
No acudió Nicotina porque él no tenía dinero.
Hasta entonces siempre había creído que la señorita Nicotina era no veneno.
Pero aquel día empezó a sospechar si la señorita Nicotina no sería una tanguista.

Ventanilla de cuentos corrientes. Enrique Jardiel Poncela.


(A la señorita Pajín para su campaña antitabaco)

23.5.11

el silencio






Hay un silencio blanco que duerme bajo mi almohada.

Un silencio verde que llena mi boca, la adormece y aleja las palabras.

Un silencio que extraña la sed, que quisiera besar tus labios sin dejar huella.

Un silencio que estremece el corazón, irrita mis pesares y despierta la ira escondida.

Esta ira sin dueño desperdigada por las esquinas del querer.

19.5.11

venecia

Se respira una brisa de tarjeta postal.

¡Terrazas! Góndolas con ritmos de cadera. Fachadas que reintegran tapices persas en el agua. Remos que no terminan nunca de llorar.

El silencio hace gárgaras en los umbrales, arpeiga un "pizzicato" en las amarras, roe el misterio de las casas cerradas.

Al pasar debajo de los puentes, uno aprovecha para ponerse colorado.

Bogan en la Laguna, "dandys" que usan un lacrimatorio en el bolsillo con todas las iridiscencias del canal, mujeres que han traído sus labios de Viena y de Berlín para saborear una carne de color aceituna, y mujeres que sólo se alimentan de pétalos de rosa, tiene las manos incrustadas de ojos de serpiente, y la quijada fatal de las heroínas d’Annunzianas.

¡Cuando el sol incendia la ciudad, es obligatorio ponerse un alma de Nerón!

En los "piccoli canali" los gondoleros fornican con la noche, anunciando su espasmo con un triste cantar, mientras la luna engorda, como en cualquier parte, su mofletudo visaje de portera.

Yo dudo que aún en esta ciudad de sensualismo, existan falos más llamativos, y de una erección más precipitada, que la de los badajos del "campanile" de San Marcos.

En Veinte poemas para ser leídos en el tranvía (1922). Oliverio Girondo.

Al fin he encontrado mi alma gemela. Lástima que lleve muerta 44 años.

12.5.11

milena



Todos los jueves, con el último mordisco en la boca y el yogur esperando sobre la mesa, suena un timbrazo cauto y escueto en la puerta de mi casa. No hace falta que mire el reloj, son las cuatro. Milena llama a mi puerta, y espera paciente con la bolsa repleta de sus herramientas: guantes, zapatillas, un viejo vestido de franela con flores marrones y verdes.

Milena abandonó a sus enfermos del viejo hospital de Cracovia, las noches en blanco cargadas cloroformo y lamentos; guardó sus vestidos demasiado abrigadores para el caluroso verano del Sur; regaló el gato a su mejor amiga; devolvió el violín a su padre y, tras varias vueltas de tuerca, decidió acompañar a Tomasz en la nueva aventura.

Sin mediar palabra, comienza sus tareas con orden y quehacer minucioso: pone la lavadora, recoge los restos de mi desorden, limpia las habitaciones, sacude la alfombra de bolitas de colores –es su favorita, lo noto-, y coloca de nuevo los libros, los recortes de periódicos y los discos en el mismo desorden para que no me pierda. Con precisión programada, a mitad de faena se permite un respiro: se sienta en la cocina, fuma un cigarrillo y come un plátano: “En Polonia, erran muy, muy carrisimos”, me aclaró con ojos azul opaco, la primera vez que la vi con el plátano en la mano. Después de su dosis, cargaría con el mundo a sus espaldas. Termina la cocina; busca un extra en la lista de tareas domésticas más tediosas –los cristales, sin ir más lejos- y se pone a ello con tal ahínco como si la capa de polvo nos impidiera ver la ciudad. Por último, plancha los trapitos sin una arruga, con tal rapidez y tino que me tiene sobrecogida. Milena nunca tiende la ropa interior en el tendedero del patio de luces, prefiere el radiador de mi habitación para las bragas y sostenes.

9.5.11

venecia




Que profunda emoción recordar el ayer
cuando todo en Venecia me hablaba de amor
ante mi soledad, en el atardecer
tu lejano recuerdo me viene a buscar
que callada quietud, que tristeza sin fin
que distinta es Venecia si me faltas tu


Venecia sin ti.
Charles Aznavour

5.5.11

terrazas

Teníamos los brazos fríos, el viento ojeaba los manteles azules de las mesas. El atardecer aupaba el brillo de la noche hasta las paredes de piedra. La luz de las farolas tamborileaba sobre las espaldas de los transeúntes, sus pasos borraban las huellas sobre las losas de la calle Meléndez. El hombre sombra fuma y espera a la puerta de la joyería.


2.5.11

17.4.11

domingo, desayuno y palmas

Pocos domingos de ramos he pasado a veinticinco grados, sol a espuertas y un vientecillo cálido en la sien. Cuando era pequeña siempre llovía. Me calaba y terminaba con los calcetines de perlé chorreando, o tenía un frío de castañetear gracias al vestidito ideado para ilusiones de buen tiempo. Un fastidio. En las calles de mi pueblo chocabas con las palmas que terminaban enredadas en las verjas de las ventanas. Por aquí se ven más ramitas de laurel que palmas, aunque esta mañana he visto unas cuantas, eso sí de tronío, más bien grandecitas y con lazo, grandiosas, como de pudientes catedralicios.

Con tanta criatura versada en túnicas de todos los colores sueltas por el centro, he tenido que huir -últimamente no soporto los curas y sus circunstancias- y desayunar en la cafetería del Casino con la balconada sobre el Tormes enterita para mí. El agua corre a zancadas bajo mis pies, su tintineo ahoga el redoble de los tambores piadosos. Las hojas de los álamos han crecido, casi puedo tocarlas, su verde naciente se resiste a declinar. El café acelera los sentidos y la prensa me despierta. Titular: Versace entre las ratas. La letra pequeña: Los niños de
“El Gallinero” se llaman: Armani, Napoleón, Aznar, Versace o Irlanda. Casi me caigo al río. Llamarle a un hijo o hija, no sé, Irlanda pase pero Aznar, así…, a secas; ¡fíjate!, me inclinaría más por Aznar – Gadafi de todos los Santos, suena como más de pila bautismal. Las ratas del Tormes todavía duermen y las cámaras de fotos arriban por poniente.

13.4.11

a vueltas con los vicios



Bistro. Edward Hopper



"Y entonces me puse a acariciar el cabello de una mujer desconocida como si fuéramos íntimas. La mujer se perdió bajo mi mano. Se consumía en aquel amor atado del que no quedaban más que dos hijos, el hedor del humo y una puerta descolgada. Y una mano desconocida en el pelo.


La mujer sollozaba, percibí cómo la bestia del su corazón saltaba de su vientre a mi mano. Correteaba de un lado a otro, como las caricias de mi mano, pero más deprisa."


La bestia del corazón. Herta Muller.


10.4.11

compro un verano

Que venga el verano ¡ya! No aguanto subir los sábados noche por la Gran Vía y tropezarme con las monadas todas vestiditas igual, con sus pantalones cortos y medias negras cubriendo las zancas. ¿Quién puso de moda este invento? ¿Imitan a Posh, a Lady Gaga o Carmen Lomana? A fashion victim me lo explique, mi calenturienta cabecita no da para tanto. Que los astros se confabulen, el universo se apiade de mí y las hogueras de San Juan se enciendan este sábado y nuestras princesas se quiten las medias ¡ya! Que llegue el verano, por dios.

3.4.11

una del tiempo

Calla no me cuentes nada. No dejas de parlotear. Chitón, que empieza el tiempo.


Son casi las 4 de la tarde o las 10 de la noche da igual. Misombra sale de su letargo y se pega a la televisión. Todo el invierno colgada del parte del tiempo de la Uno. Y seguimos. Indiferente al cesio volante por los tejados de Cáceres, al caso Faisán, o al Bye, bye love de Zapatero.

¿Sabes? Hoy han puesto un mapa híbrido. Han superpuesto uno del meteosat, normal y otro de temperaturas a miles de pies de altura, con manchas rojizas, amarilla, verdes y azules. Cuanto más rojos mas calor y lo azul más frío. Así explicaron por qué el viernes A Coruña tuvo 30 grados, y mañana tendrán 15 o 20 grados menos. Ayer pusieron un mapa de vientos que rolaban a noreste, explicaba la evolución de las altas presiones en giro hacia centroeuropa. Vehemente como si relatase su último romance me bombardeó con detalles del pronóstico para abril. “Eso sí, todo en porcentajes”, sentenció para terminar.


En definitiva, ¿guardo el abrigo o me someto a la tradición popular y hasta el 40 de mayo no me quito el sayo?, le pregunto.

¡Ah!, no sé. Esta atmósfera cambiante…Yo no soy la mujer del tiempo.

Que vuelva Mariano Medina con su mapa en blanco y negro y sus soles de quitar y poner. Cualquier día me pone a hacer fotos a los cumulonimbos de amanecida para enviar a la Uno. Lo veo en sus ojillos.

29.3.11


  • Japón, en alerta máxima tras el vertido de plutonio. Encontrado material radioactivo en el suelo de la centra de Fukushima.

  • Ante las próximas elecciones comienza el desfile. "Sin ti no soy nada" cantan a babor.

  • El niño Mañueco dice que lo mejor de su vida son su mujer y sus hijas. ¡Qué bonito es el amor!

  • ¿Tendrá plutonio el amor?

27.3.11





El viento estrella los pétalos de los árboles de la plaza de España contra el asfalto. Los neumáticos los aplastan como si de cucarachas revoltosas se tratase. Cien pasos más abajo, un tipo de pelo blanco y abrigo negro con el pelo alborotado observa cautivo la Torre del aire desde la terraza de Loft37. Me recuerda a John Cale: nariz aguileña y orejas al acecho. Y me acuerdo de su maravilloso concierto en el CAEM cuatro años atrás. ¿Será Sir Cale? No creo, pero gracias mister por recordarme aquella tarde inolvidable y gélida de febrero.

16.3.11

nuclear, sí, por supuesto





El pánico nuclear hunde la bolsa de Japón. Japón amanece con un nuevo incendio en el reactor 4 de Fukushima Merkel cierra las centrales nucleares anteriores a 1980 El seísmo desplaza a Japón cuatro metros hacia el Este. El eje de la tierra se ha desplazado 6,5 pulgadas (16,7 centímetros) y aceleró el movimiento de rotación, acortando la duración del día en 1,8 millonésimas de segundo. El 10 de marzo fue el día de las auroras boreales en gran parte de América del Norte, provocadas por la mayor de tres tormentas solares detectadas dos días antes por los satélites. Titulares para desayunar después de las aguas de marzo.

7.3.11


Sábado soleado en la ribera del Tormes. Una brisa cálida de silencio. El reflejo del sol en el río. El sabor húmedo de la hierba. Esplendor en la hierba. Paciencia y desazón. Las primeras margaritas al rojo vivo. El árbol de la sabiduría se resiste a perder los frutos del pasado verano. Las caricias apresuradas de las parejas perezosas sobre un colchón amargo. Después de 10 años de euro, los españoles todavía escondemos 1720 millones de pesetas en el colchón, dice el Banco de España. ¿En el colchón, en Suiza, en Panamá, o en Vanuatu? El sol alarga las sombras de los chopos. Bello, lejano, inofensivo pero como una rubia de Hitchcock bulle más que nunca, y sus explosiones son temidas por los nuevos milenaristas de la red. El sol está demasiado cerca y su reflejo nos acerca a la otra orilla.

17.2.11

viena



Varsovia.


Visité Varsovia a principios de 1963. No conocía a nadie en la ciudad. La primera noche asistí por azar a un teatro cercano a mi hotel. Sin entender una sola palabra quedé deslumbrado. Al volver al hotel me perturbó la semejanza con mi abuela que advertí en una empleada de la recepción, una anciana. No sólo su rostro, sino también sus gestos, su manera de llevarse el cigarrillo a los labios y exhalar el humo me parecieron idénticos. Fue casi una alucionación. Me obligué a creer que era efecto de la excitación teatral y subí a mi cuatro.

.../...

La escritura, muy a menudo, y todo autor lo sabe aun sin proponérselo, rescata zonas pocos visitadas, limpia los lugares deseados de la conciencia, lleva aire a las zonas sofocadas, revitaliza todo lo que ha empezado a marchitarse, pone en movimiento reflejos que uno creía ya extinguidos.

El mago de Viena.
Sergio Pitol.

12.2.11

pan con poesía

Me despierto sola en la vieja buhardilla. S. sube con dos croissants envueltos en una bolsa blanca con dos bandas anchas color naraja descremado y una inscripción: “pan con poesía”. Los deja sobre la mesa. Los coloco sobre el plato de porcelana a lado de las manzanas. En la bolsa este poema de María do Carme Kruckenberg.

“Todo o que me doe esta ao pé da escaleira.

Ninguén quere subila.

Tampouco ninguén

quere baixala.

E alí queda inservíbel

como adorno da paisaxe.

A beldade da mazá

morre na herba.”

Me asomo a la ventana. El sol dormilón se arrastra por las escaleras de la plaza de Platerías. Los brazos de S. rodean mi cintura, su pecho escala mi espalda y sus besos bajan por mi cuello. Los pequeños helechos y el musgo sobre las tejas me recuerdan que no he venido para quedarme.

4.2.11

el amor y las setas


"Si uno pudiera distinguir el verdadero amor del falso, como uno distingue las setas buenas de las malas. Con las setas es muy sencillo: se salan bien, se guardan y se espera con paciencia. Pero en amor, en cuanto uno ha descubierto algo que se le parece lejanamente, está seguro, no sólo de que es un ejemplar auténtico, sino de que quizás es la única seta que aún quedaba por coger. Y se necesitan un número espantoso de setas malas, para convencernos de que la vida no es toda un hongo interminable."

1917, Diario. Katherine Mansfield.

30.1.11

lovers in the city




Es domingo pero madrugo más de lo prudente. Los amantes han abandonado los regazos femeninos hace horas. Comienza a nevar despacio, los tejados están mojados y los recuerdos de los abrazos no sobreviven al café con leche.
Buscando un abrazo recupero esta canción y encuentro esta curiosidad en el blog de la señorita Tanita Tikaram.

25.1.11

Cuando era pequeña y llovía todos los días, me gustaba hacerme la enferma, quedarme en camita mirando la lluvia sin hacer nada. Mi enfermedad favorita eran las anginas —que, por otra parte, padecía de verdad así que colaba— o un vago: "no me encuentro bien" de niña enclenque y enfermiza. La comida de enferma era pescadilla cocida con aceite —así te doliese el estómago, las anginas o la cabeza—, que mi madre preparaba como una delicatessen rural con la mitad de una cebolla.

Hoy he ido al cole y he mal comido un potaje de garbanzos que nunca me han hecho gracia hasta llegar a este momento vital, ¡lo que es la edad!

16.1.11

16 de enero de 1920

"He escrito y enviado artículos. Me he quedado en la cama, he trabajado. El día era hermoso. He tenido que trabajar mucho. Por la noche he empezado otr novelita "Extraño error". Huelga de correos, ni cartas, ni telegramas. No he podido dormir. Mi vida en Londres me parece muy lejana y semejante a un sueño. L.M. me ha hablado de cuando era niña."
Diario. Katherine Mansfield.

Despierto tarde, desayuno y me quedo en la cama. He conseguido pasar de la página 30de "El sonido y la furia", desde la 31 Faulkner me tiene atrapada. No escribo ni un correo. La niebla no ha levantado en todo el día. Misombra crujía en la oscuridad, olía a niebla.

"Padre fue hasta la puerta y nos volvió a mirar. Luego volvió la oscuridad y padre se quedó allí todo negro en la puerta y luego la puerta quedó a oscuras otra vez. Caddy me abrazó y yo los oía a todos, y a la oscuridad, y a algo que olía. Y luego vi las ventanas, donde los árboles hacían ruido. Luego la oscuridad empezó a convertirse en formas suaves y brillantes, como hace siempre, hasta cuando Caddy dice que he estado dormido."
El sonido y la furia. William Faulkner.

12.1.11



Otro día más sin ver el sol y van siete. La alegría de la mañana la pone la Bolsa que baila subyugada por la promesa de compra de deuda europea de China y Japón. ¿Qué harán ahora los gringos? China saca a paseo sus "perros" militares.
Otra mañana más, desde que el sábado la volví a escuchar en el Mundo Babel después de no sé cuantos años, canturreo la que era mi canción favorita cuando los besos eran una ficción del tamaño de las aventuras de la Nancy. ¿Quién habrá sido el capullo que me afanó el disco? Otro día más que escucho The only living boy in New York.

9.1.11

lectura sorpresa

Cumplí mi venganza. No arrasé las estanterías de Víctor Jara porque me faltaban monedas pero me hice con: El mago de Viena, de Sergio Pitol, La bestia del corazón, de Herta Müller, Yo mataré monstruos por ti, de Victor Balcells Matas. Éste último, la verdad lo compré por el título, que suena a declaración principesca de novela de caballerías y por la foto de la portada: ¿qué clase de tipo es éste que se planta como un musculitos de circo en la portada de un lindo librito cuadrado? Ya lo he terminado y han resultado todo un descubrimiento los relatos del señor Balcells. Me gustan estos relatos de personajes sin rostro y sin descripciones al uso, el desparpajo y tino de su palabrería. Me gusta la ingenuidad y ternura de algunos de ellos nada pasteles, con palabras crudas y atrevidas. Y me gusta que los relatos se desarrollen en Salamanca, que los personajes caminen, coman o maldigan en los espacios de esta ciudad. Ya está una un poco harta de que todo suceda en New York, Londres o París.
Mis favoritos: Cerco de un centro di gravitá permanente porque me recuerda a mi querido Carver -y todo lo que huela a Carver me pone- y porque a pesar del título no recuerda a Battiato, Primer amor, Primer beso, La continuidad de los peces, Por quién doblan las campanas, Pizarnik sobre todo por lo que no cuenta, Sing along to songs you don't know, La era del pingüino y, ¡cómo no!, Yo mataré monstruos y Quién me defenderá de tu belleza por el relato y porque ese verso de Buonarrotti me pierde.
Claro que hay algún momento que el señor Balcells “se pone estupendo” como cuando airea su bagaje cultural, pero me temo que es cosa de la edad, y seguro se le pasa. Muy recomendable el librito niños queridos.

“Alguien le hizo una pregunta [al pez]. Pero le palpitaban los oídos por el dolor. Se estremecía y caía hacia el fondo. ¿Qué has aprendido?, le habían preguntado, otro pez o un escarabajo, o un amigo.
Que lo más difícil para el pez es amar a su pescador, contestó mientras se hundía. Que todo dura una noche, meses apenas. Qué sólo se vuela hacia lo efímero. Que el otoño jamás cambia. Y tampoco el silencio.”
La continuidad de los peces en Yo mataré monstruos por ti.
Víctor Balcells Matas.
Editorial Delirio.

6.1.11

el día después


Limpié los botines con desvelo, dejé una copa del Peruchi en el balcón y me acosté antes del final del partido del BarÇa – Bilbao. Esta mañana todo seguía intacto, ni un sorbo..., los camellos y los Reyes han pasado de largo. ¿Será que me hado invisible? A misombra le han traído un libro de cuentos: “El gran inquisidor y otros cuentos” de Dostoievski. Lleva toda la mañana canturreando que no me lo presta. Así que mañana voy a Víctor Jara y arraso las estanterías. Nada de rebajas. Y que se fastidie.