28.5.06

entre rubias anda el juego/3

Ellas son la madre de todas las rubias, son las rubias XL, ya sean altas y fuertes o tamaño chatito, de brillantes ojos claros que apenas se vislumbran medio ocultos entre las cejas y los carrillos. El centelleo de cera de su piel, que delata la grasa latente bajo los poros, contrasta con el tono marmóreo de las rubias gélidas. Simpáticas y ocurrentes, contentas en sus redondeces, de mente ágil y rápida, y lengua afilada, consiguen dejarte patitieso entre sonrisas, guiños de ojos, y un bocado de melón.

Trinidad Ibarra era una rubia oronda y alegre, que cuidaba su lacia melena noche y día sin descanso. Todos sus útiles y herramientas campaban a su anchas por el baño y las afueras: el champú de camomila, la crema suavizante, el peine de carey, la hidratante, la mascarilla, el cepillo de púas metálicas y el de diario. Entre sus cuidados cotidianos practicaba el cepillado y aireado nocturno unas cien veces, mínimo, con la música de Génesis enredada por los rincones de la casa.

Trinidad era una experta cocinera que conocía los secretos trucos familiares para alimentar a la tropa de famélicos, que nos sentábamos a su mesa, con tan sólo medio paquete de espaguetis y un tomate. Aún en los momentos de escasez tipo racionamiento -ni siquiera patatas en la despensa- no faltaba el mantel de algodón en la mesa, rescatado de las sobras del ajuar familiar. Llegaba con la olla, la dejaba al lado de su plato y con ritual de misa de boda nos servía uno por uno, con el cucharón enjaezado en el brazo derecho y un sonrisa complaciente en la mano izquierda. Después de mucho insistir, me enseñó a preparar bonito con arroz -mi plato estrella-, pero a la hora de la verdad nunca me dejaba cocinar, con gesto de diosa de los fogones y voz de pastel de crema, me decía: "Deja que ya, lo hago yo..., tú friegas". Sin opción, ante sabiduría culinaria de tal calibre, me labré una larga carrera de friega platos en los pisos que compartimos esta rubia y yo.

A Trinidad, le gustaba halagar y dar de comer a los hombres. Seduce con la buena mesa: el mantel y las servilletas siempre a punto, los tenedores y cuchillos en su sitio, los vasos de cristal sin manchitas, el pan de horno. Y ellos..., ellos no quedaban nunca con hambre.

25.5.06

entre rubias anda el juego/2.1

A vueltas con las rubias gélidas, y mira tú por dónde ayer mismo, en el último concierto de pop nórdico en la Sala Marte del CAEM, tropiezo de bruces con las tres chicas suecas de Midaircondo. Dos de ellas por el libro: el pelo de un rubio que deslumbraba bajo las luces moradas del escenario, la piel láctea mancillada en el pecho por una rojez soleada, delatora de un escote en pico, y brazos rígidos como filetes de pollo recién sacados del congelador.

Ni el verde trigo verde de sus vestidos emperifollados: escote palabra de honor y falda de tules con todos los colores del verde; ni los tules enredados entre jirones, ahuecados y fruncidos en varias pestañas, con vueltas y recogidos por broches rosa brillante; ni sus amables y educadas palabras podían evocar a las tiernas princesas encantadas.

Las rubias salvaguardadas por una maraña de cables, baterías, mesas de mezclas, micrófonos y varias Apple computer acabaron por aprisionarnos entre los ecos de sonidos tecno-industriales, los gritos agudos de las gargantas quemadas por el viento helado, las voces oscuras de los que viven en los días sin noches, y los gestos sutiles de las manos que pulsaban la flauta y el saxo.

Y me acordé de Björk, pero sobre todo recordé lo que me había confesado mi amigo, el gitano: que no le gustan las nórdicas, siempre hay algo en ellas que permanece oculto, que no desvelan, ni permiten que lo descubramos.

21.5.06

entre rubias anda el juego/2


El tipo rubia gélida, a lo Ingrid Bergman, Tippy Hedren o Kim Novak, encandilaba a nuestro querido Hitchcock por ese supuesto fuego en el cuerpo oculto entre la severidad de los gestos almidonados. Estas rubias con piel blanca de mármol de difuntos, ojos contenidos y afilados, desfilan lejanas y elegantes ante los ojos chispeantes de una reata de embobados que caen seducidos y acojonados.

Si a alguien le sentaba bien aquel uniforme anodino: blusa blanca, chaqueta y falda tableada azul marinos, era a Jimena Olmedo. Alta y escuálida, cara ovalada en la que no destacaban aquellos diminutos ojos verdes paciencia, que dejaban su amplia frente en un vacío absoluto, pelo lacio, largo, de color trigo requemado parecían hechos para el uniforme de chica discreta y aplicada.

El profesor Guitián disfrutaba llamándola al encerado después de un repaso completo a la lista sin resultados, en un fallido intento por resolver el enrevesado problema de integrales con los que solía castigarnos en las mañanas de los lunes.

-Señorita Olmedo, al encerado. -Vociferaba satisfecho después de tomarnos el pelo sin reparo por nuestra poca cabeza numérica.

Y la Olmedo se levantaba más tiesa que una vara, con la melena cargada en los hombros y la cabeza erguida clavando los ojos en el último infinito de un logaritmo que brincaba en la pizarra verde. Caminaba tímida, despacio, pero segura de conocer el camino y la respuesta.

La Olmedo cogía la tiza más larga que encontraba, entre sus dedos aún más largos, no adelantaba ni una remota idea de la solución, ni un gesto delataba sus intenciones, simplemente comenzaba a desarrollar un largo chorizo de fórmulas, asociaciones, y conversiones: despeja aquí, sustituye allá... Nunca explicaba nada, se limitaba a engarzar números y símbolos acertadamente. Remarcaba el resultado en un cuadrado con fuerza y decisión, sacudía las manos y volvía a su pupitre con la cabeza baja y la mirada ausente entre las baldosas del suelo. Y el señor Guitián, en una gracia a su rubia favorita, nos explicaba la resolución del problema al pelotón de las torpes, con desgana y pocas palabras.

La señorita Olmedo, después de terminar la licenciatura en Medicina en los seis años establecidos, se decantó por la psiquiatría contra todo pronóstico y para frustración de su empedernido admirador.

18.5.06

entre rubias anda el juego/1

De las variedades femeninas que voy encontrando, resultan las rubias un complejo vitamínico reconstituyente y dispar. Hay dos tipos de rubias, bueno, pensándolo bien creo que son tres, aunque la doctrina más ortodoxa considera al tipo bellezón como un subtipo de las gélidas.

El tipo rubia bellezón con curvas y salerosa es sensual y atrevida. Suda sexualidad esta mujer frondosa que no usa ningún rexona que la entierre bajo los aromas de los limones del caribe. Una especie de Silvana Mangano en Arroz Amargo pero de piel blanquita y sienes doradas. Desde luego -sí, han acertado ustedes-, es el modelo Marilyn Monroe, Brigitte Bardot..., o Purita, la de Ortega, que detuvo su vestuario en los modelitos de juventud, y continúa fiel a sus falditas ajustadas, zapatos de tacón de aguja, jerseys entallados y blusas con doble pinza en el pecho. Ella es el orgullo de su marido, un médico conocido que dejó estupefacta a la provincia cuando abandonó a su señora, una pavisosa niña bien, por esta rubia que abusaba del maquillaje y no escondía sus gracias, y al que los amigotes aconsejaban ponerle un pisito en la capital. Desde ese día, Purita ha tenido que demostrar día a día que es una excelente cocinera, que su boyante boutique no es un tapadillo prostibulario y, por supuesto, que no es un putón verbenero.

14.5.06

la compra

He necesitado todo un domingo para recuperarme de la hora larga de sábado mañanero en Carrefour. Y eso que mi lista de la compra era escueta, y un primor de organización temática: fruta, verduras, pescado... Pero entre la música orquestal, los aspavientes de los reclamos megafónicos: "Señor García acuda a información" -¿Un García en todo el hiper?- y el barullo ambiente de toda la tropa de hambrientos con los carros cargados hasta el más allá, empecé a sufrir un aturdimiento general que me recordaba esos ciegos obnubilantes del hachís en los que, como decía el señor Baudelaire, el simple hecho de entrar en la farmacia y pedir un remedio resulta una tarea ingente y penosa.

Como no dominaba el mapa del hiper, después de traspasar la barrera metálica, me sentía vagando sin rumbo en megalópolis con tráfico de hora punta. Menos mal, que mi cabeza, que tiene un ojo clínico acelerado, más rápido y acertado que mis ojillos, acabó tomando el control de mis pies y me dejé llevar. Pegué el post-it con mi lista en la barra del carrito y me sentí entrar en el mundo feliz de rellenar el carro sin sobresaltos. Pero..., perdí el turno en la pescadería por atender al mismo tiempo el pesaje de cuatro manzanas y echarle dos tejos al alemán que se debatía entre los tomates cherry o en rama. Después del desliz, milité en la pescadería hasta que llegó mi turno: "Una dorada, por favor". "¿Qué le hago?", me preguntó una recia morena con voz de sargento rusa. En blanco, me quedé en blanco. En un segundo todas mis horas de Ciencias Naturales desfilaron por mis conexiones cerebrales tratando de recordar la anatomía del pez. "Pues... Humm..., las... escamas, le quita las escamas, las agallas, las aletas y la cola, pero NO la cabeza. La cabeza no se la quite", le remaché -qué manía de descabezar el pescado tienen en esta villa-. Al fin libre, tenía tachado el 99 por 100 de la lista, sólo me faltaba la piña en lata. ¿Dónde estará? Un error, nunca debí de incluirla en la lista. Encontrarla me costó varias tournées de ida y vuelta por los pasillos, echar mano de la lógica -pero no funcionó- y preguntarle a dos empleadas, más otro fallido que resultó ser un cliente y me lanzó una mirada de "Anda, guapa, tú qué te crees", que me dieron ganas de contestarle: "Perdón, señor ingeniero" y arrearle una palmadita en el bullarengue. Por una vez tuve suerte: no me tocó la cola de los torpes, y mi trasero y el carrito se deslizaron suaves y ligeros como una Harley Davidson.

11.5.06

milena


Todos los jueves, con el último mordisco en la boca y el yogur esperando sobre la mesa, suena un timbrazo cauto y escueto en la puerta de mi casa. No hace falta que mire el reloj, son las cuatro. Milena llama a mi puerta, y espera paciente con la bolsa repleta de sus herramientas: guantes, zapatillas, un viejo vestido de franela con flores marrones y verdes.

Milena abandonó a sus enfermos del viejo hospital de Cracovia, las noches en blanco cargadas cloroformo y lamentos; guardó sus vestidos demasiado abrigadores para el caluroso verano del Sur; regaló el gato a su mejor amiga; devolvió el violín a su padre y, tras varias vueltas de tuerca, decidió acompañar a Tomasz en la nueva aventura.

Sin mediar palabra, comienza sus tareas con orden y quehacer minucioso: pone la lavadora, recoge los restos de mi desorden, limpia las habitaciones, sacude la alfombra de bolitas de colores –es su favorita, lo noto-, y coloca de nuevo los libros, los recortes de periódicos y los discos en el mismo desorden para que no me pierda. Con precisión programada, a mitad de faena se permite un respiro: se sienta en la cocina, fuma un cigarrillo y come un plátano: “En Polonia, erran muy, muy carrisimos”, me aclaró con ojos azul opaco, la primera vez que la vi con el plátano en la mano. Después de su dosis, cargaría con el mundo a sus espaldas. Termina la cocina; busca un extra en la lista de tareas domésticas más tediosas –los cristales, sin ir más lejos- y se pone a ello con tal ahínco como si la capa de polvo nos impidiera ver la ciudad. Por último, plancha los trapitos sin una arruga, con tal rapidez y tino que me tiene sobrecogida. Milena nunca tiende la ropa interior en el tendedero del patio de luces, prefiere el radiador de mi habitación para las bragas y sostenes.

7.5.06

hartura de titulares

Bush y Merkel expresan su total acuerdo sobre la crisis de Irán.
Eric de Riedmatten: "En 2050 habrá desaparecido la última gasolinera, ya que el hidrógeno se habrá generalizado, al igual que las energías eólica y solar."
USA debe admitir que el dólar necesita depreciarse, M. Felstein, economista de Harvard.
USA teme la chavinización de Nicaragua.
El director de la CIA presenta su dimisión por sorpresa tras año y medio en el cargo.
Javier Arenas dice: "El estatuto andaluz es de segunda".
ERC opta por el 'no' rotundo al Estatuto.
El PP rentabilizará que el 'no' deje se ser anticatalán.
El Gobierno ve insostenible que ERC siga en el tripartito.
Blair sufre un batacazo en las municipales. El laborismo se sitúa como la tercera fuerza política del país.
"Las Fuerzas Armadas no pueden ser una ONG, ni sustituir a Protección Civil o a los bomberos", lo dice Jesús A. Núñez Villaverde.
Un soldado muerto y 11 escolares heridos en una exhibición militar en Zaragoza.
Rubalcaba y Alonso subrayan que la Guardia Civil seguirá teniendo naturaleza militar.
Los policías eran ladrones: dos policías nacionales y un mosso entre los 26 detenidos por robar droga y secuestrar a narcos.
Detenidos en Málaga dos terroristas del IRA Auténtico que traficaban con tabaco para financiar a la banda.
Roma excomulga a los dos obispos ordenados por la Iglesia china y condena con palabras durísimas a la llamada Asociación de la Iglesia Católica en China, dirigida por el Partido Comunista local.
El cardenal Amigo defiende una ley para los transexuales.
La Junta permitirá el tabaco en los bares de las empresas si habilitan zonas de fumadores.
Medio Ambiente permitirá hacer fuego al aire libre en verano. (barra libre a las barbacoas).
La señora Thyssen amenaza, no sólo con atarse a un arbol, sino con subirse a él con la cestita de la merienda para evitar la tala de los árboles del paseo del Prado.
Picasso reina en las subastas: "Dora Maar con gato" alcanzó 75,3 millones de euros el miércoles en Sotheby’s
La Generalitat catalana regula la prostitución: fomentará que las prostitutas autogestionen los burdeles.
El Consejo de Administración de Unión FENOSA cobró un 28,8% más que el año anterior.
Tele 5 ganó un 13,6 % más que el mismo trimestre del año anterior.
Un ex ministro de Berlusconi ingresa en prisión, condenado por sobornar a un juez.
El presidente de e-ON arremete contra Zapatero, al que acusa de inmiscuirse con medidas proteccionistas en un mercado libre.
Botín alerta de la pérdida de competitividad de España en la junta de accionistas de Universia.
El hermano del pentapléjico de Valladolid da las gracias a quienes le hayan ayudado a morir.

¿Y tú que sabes?

Con ustedes el presentador Bob Dylan.

4.5.06

intrépidos



El pasado martes la señora Clemente, acompañada de mi Lanzarote, presentó el II Festival de las Artes que tratará de seducirnos del 2 al 17 de junio: mucho teatro internacional -tal vez demasiado-, dj's, y precios de no perderse nada, la selección de actuaciones musicales un tanto dispersa: Kiko Veneno, Amparanoia, Asia Dub Fundation..., no llega ni a la suela de los zapatos del año pasado. Dicen que está dedicado a Brasil, pero más allá de Rua de Niteroi, Marcelo D2 o la cantante de Zuco 103 no me percato da presencia do Brasil. Mi Lanzarote, tan lanzado como siempre, ha afirmado que llegará a la categoría de los festivales de Salzburgo y Edimburgo. Como dicen en mi pueblo: Muchas veces, y que yo lo vea, querido!

Claro que el arrojo de mi Lanzarote todavía no ha llegado a la osadía de mi Lores que, el pasado sábado -víspera de la fiesta de os maios-, se tiró al río Lérez para dejar bien claro a la oposición y criticones que el saneamiento del río estaba terminado y el agua muy limpita. Luciendo bañador de flores, en el más puro estilo Curro en el Caribe, y aletas, el Alcalde de Pontevedra se pegó un chapuzón purificador en las gélidas aguas del Lérez, acompañado por deportistas, políticos y simpatizantes. De "impactante" calificó mi Lores la experiencia que le permitió corroborar, a pesar de las corrientes, la tesis que tan esperado evento tenía por bandera: "a auga estaba fría, pero limpa".