27.7.08

I've got you under my skin

Las cigüeñas cruzaban veloces el cielo azul recortado por filigranas de piedra y tejados resecos. Era sábado, anochecía. El viento de verano revolvía los cabellos de los músicos en la plaza al pie de la Torre de las campanas, Summer wind. Los músicos de la Bob Sands Big Band y la voz de Pedro Ruy Blas fueron tomando poco a poco la memoria de Frank Sinatra.

El cielo fue tornándose azul cobalto, negro, sin estrellas a lo lejos, nos fueron cayendo Pennys from heaven, Just in time, The shadow of your smile.

El aleteo de las cigüeñas, las carreras callejeras de los bencejos, Fly me to the moon.

Rosas rojas ahogadas en manos de mujeres soñadoras, silencio en las sillas, Strangers in the night: ... something in your eyes was so inviting, something in your smile..., escalofrío en la piel.

Farolas en la plaza, la piedra dorada, cielo negro, cruce de miradas, caricias robadas, Dancing in the dark.

Melodías de Broadway, rumor de ciudad, torres caídas, New York, New York.

Los pasos de los rezagados, los curiosos, los desertores, aplausos de viento, miradas de estrellas, My way.

25.7.08

azul



Espero el verano todo el año
y de repente aquí está.
Ella se ha marchado a la playa
y estoy solo aquí en la ciudad.
Siento un ruido sobre el techo
un avión que se va

(ESTRIBILLO)
Azul,
la tarde está muy azul
y se me hace larga.
Me doy cuenta
de que no tengo remedio
sin ti
Y ahora
cogí el tren por los pelos
para ir, hacia ti,
Pero el tren de mis deseos
en mi pensamiento va al revés.

Se parece a cuando estaba en el seminario
hacía tanto sol, hace muchos años.
Aquellos domingos en soledad
paseando por el campo
Hoy me enfado más que entonces,
pero ni siquiera tengo un cura para charlar.

(ESTRIBILLO)
Busco algo de África en el jardín,
entre el laurel y el baobab,
como hacía cuando era niño,
pero aquí hay gente, y ya no se puede,
están regando tus rosas,
no está el león, quién sabe dónde está.

Azzurro. Paolo Conte

21.7.08

Eran las doce y media de la noche. El termómetro terco como los números no bajaba de los 30. Las terrazas al borde de la bandera de España estaban repletas de matrimonios silenciosos, niños inagotables y amigas ruidosas.

—Ya está bien. No quiero que vengas por el bar. —Le masculló en la cara el camarero al hombre que acababa de sentarse en la mesa de al lado. El hombre le contestó con un susurro tembloroso, agitó el hielo de su copa y bebió un trago largo.

—¡Pero qué dices, hombre, qué dices! Si estás borracho. Te he dicho que no quiero que vengas por aquí.

El camarero lo dejó a lado, siguió su ruta. El hombre de pelo gris y ojos rezagados volvió a por otro sorbo, se perdió entre los chorros de la fuente, siguió bebiendo con avidez cansada.

Diez minutos más tarde, el camarero volvió a las andadas. El termómetro con los 30 a cuestas.

—No quiero que vengas por aquí. No es la primera vez que te lo digo, que no tenga que volver a repetírtelo. —El hombre de pelo gris musitó entre dientes palabras sueltas, muy despacio, sin prisa como la noche de luna y calor.— Te lo he dicho más de 100 veces no vuelvas por aquí. ¿Queda claro?

Nuestro hombre tomó otro trago callado, los ojos pegados a la bandera de la plaza. En las mesas de alrededor los hielos tintineaban chispeantes, y las palabras se confundían con los suspiros de verano. Nuestro hombre fue a por el último trago de la madrugada sudorosa. Dejó el vaso sobre la mesa despacio. Cansado, cantó bajito: It’s wonderful, it’s wonderful, I dream of you... chips, chips.. du-du Via, via, vieni via con me, entrea in questo amore buio... Una brisa madrugadora sopló desde la Gran Vía. El termómetro de la calle marcaba los 28. Brincó la bandera. Comienza a refrescar.


15.7.08

¿miedo, quién dijo miedo?

En enero hablar de crisis económica era "puro catastrofismo", lo dijo Zapatitos en la entrevista publicada por El Mundo. Entre febrero y marzo todo se reducía a desaleración suave, luego se trataba de una intensa desaceleración, Solbes dixit.

Y ya con los rigores de julio sobre las cejas, Zapatitos utilizó la palabra maldita -¿un lapsus?-, crisis, en la entrevista que le realizaron en Antena3, de la que salió con el famoso vinilo de Supertramp, ¿Crisis, what crisis? Me acuerdo perfectamente de la portada: un chicuelo en bañador, tumbado en la hamaca, tomando el sol bajo la sombrilla más fresco que unas pascuas, y a su alrededor todo lleno de basura. Poco originales los plumillas, casi le hubiese caído mejor aquella canción de Siniestro Total: "Todos en el paro y yo me estoy forrando..."

En su comunicado nocturno de suspensión de pagos, los de Martinsa-Fadesa hablan sin pelos en la lengua de "la clara recesión por la que atraviesa actualmente la economía española en general y el mercado inmobiliario en particular". No han conseguido los 150 kilos que necesitaban, ya le deben a Caja Madrid y La Caixa al menos 1.700 millones, otras 43 entidades financieras más atrapadas en la deuda. La bolsa sigue sin levantar cabeza.

Tras el ágape parisino, Zapatitos dice que la crisis económica no será la prioridad en el encuentro que mantendrá con Rajoy, el próximo 23 de julio, sino que lo será la renovación de los órganos judiciales.

El País ha publicado una encuesta según la cual el 63% de españoles cree que el gobierno no hace frente a la crisis económica, mientras que el 75% opina que la situación económica del país es mala o muy mala. Zapatitos y Marianín suspenden en junio, sólo Gallardín se salva de la quema con un ramplón 5,6, es el político mejor valorado.

Y mi bola cristal no se aclara: "coas cadeiras bamboleantis" entre un crack -el IBEX vive jornada de pánico- y la vida más allá de Orión -el petróleo cae seis dólares el barril-.

13.7.08

sábado

"El subdirector del Buró de Turismo de Pekín ha prohibido a los restaurantes de la ciudad que sirvan carne de perro durante los Juegos Olímpicos. Deben evitarse los conflictos, ha dicho Xiong. La prohibición estará en vigor hasta el mes de septiembre..."

En ese momento decidí bajar de las montañas, tirar por los riscos los sueños de una madrugada heladora de julio, y apagar la radio. Es hora de desayunar. Nada de chinos por hoy.

Abro la ventana despacio, afuera amenazan nubes y lluvia de otoño. Vuelvo a la cama con el estómago lleno y los ojos cargados. Un coche baja por la calle con las ventanillas abiertas y música salsera a todo trapo. Esto parece New York. La sirena de una ambulancia grita veloz dos calles más abajo.

Un rato después leo en La Gaceta que "Cultura enviará este mes siete cajas más a Cataluña", a mi Lanzarote le han chafado sus vacaciones. Últimamente, este hombre no levanta cabeza.

8.7.08

agua

"Esta vez el agua era poca, sucia, y al ir a la cama, como en la noche anterior, le volvió a parecer que el agua la observaba; ahora era por entre hojas que no alcanzaban a nadar. (...) Tal vez por ero, cuando la señora Margarita estaba por dormirse, tuvo un presentimiento que no sabía si le venía de su alma o del fondo del agua. Pero sintió que alguien quería comunicarse con ella que había dejado un aviso en el agua, y por eso el agua insistía en mirar y en que la miraran. (...)

Apenas puso sus ojos sobre el agua se dio cuenta que por su mirada descendía un pensamiento. (Aquí la señora Margarita dijo estas mismas palabras: "un pensamiento confuso y como deshecho de tanto estrujarlo. Se empezó a hundir, lentamente, y lo dejé reposar. De él nacieron reflexiones que mis miradas extrajeron del agua y me llenaron los ojos y el alma. Entonces supe, por primera vez, que hay que cultivar los recuerdos en el agua, que el agua elabora lo que en ella se refleja y que recibe el pensamiento. En caso de desesperación no hay que entregar el cuerpo al agua; hay que entregar a ella el pensamiento; ella lo penetra y él nos cambia el sentido de la vida." Fueron éstas, aproximadamente, sus palabras." Tales eran los pensamientos de Margarita en La Casa Inundada.

Décadas más tarde, el científico japonés Masaru Emoto, tras sus experimentos y miles de fotografías de gotas de agua congeladas llega a afirmar que el agua "no solo almacena información sino también sentimientos y conciencia, reaccionando a cualquier mensaje." Los pensamientos, los sentimientos, la oración, las palabras, la música, influyen sobre la estructura molecular del agua.

Sin imaginarlo, el amigo Felisberto Hernández al crear este personaje taciturno y estrambótico que decide inundar la vieja casona en la que vive siguiendo los planos de un arquitecto de Sevilla, se estaba anticipando a las innovadoras teorías del científico japonés.

2.7.08

intercambio de fluidos

Al primero lo vi hará cosa de mes de medio pegado al panel de información municipal en la Avda. de Salamanca, cerca de Carrefour. "¡Ah, y éste! ¡Qué raro!", pensé pero iba en coche, el semáforo se puso verde y tuve que largarme.

Unos días más tarde -todavía hacía un fresco de perros y llovía bastante, lo recuerdo porque mi paraguas estaba a puntito de romper-, en el panel que hay en la Avda. de Comuneros bajo el puente del ferrocarril, me encuentro con otro del mismo tipo, pero no decía lo mismo. Me gustó lo que contaba. "Del festival de las Artes", me dije. Llegó el festival pero nada de máquinas visionarias, ni compras o ventas más allá del habitual taquillaje.

Poco a poco comenzaron a verse por toda la ciudad. Los más grandes en paneles de información municipal, algo más pequeños desperdigados por vallas de obras, tapiales o huecos de ventanas, y los pequeñitos en los bares o de mano en mano.

Ahora están por todos lados, en la valla de la obra del Gran Hotel, en las barras de los bares, en los rincones más inesperados, y en el DA2. Sus autores: SPS Sociedad Psicogeográfica de Salamanca

VENDO
MAQUINAS VISIONARIAS / QUE TATUAN EN TU ALMA LA NECESIDAD DIARIA / DE TOCAR PIEL METALIZADA DE COLOR MALVA / PIEL DE NOCHES GANADAS A LA NIEBLA Y A LA HELADA / PIEL AJENA QUE EN SU ESCALOFRIO TE GUARDA / PIEL CON PINTURA DE PLUMAS / QUE SON COSQUILLAS DE CREMAS AFRODISÍACAS / QUE POR TU PIEL DE ESPONJA VIBRADORA SE DERRAMAN