31.1.10

la princesa

Es menuda y morena, con el pelo azabache de gitana del sur. Sube despacio y ausente como si el largo abrigo de paño negro fuese una pesada cruz que maltrata sus hombros estrechos. Camina calle arriba con la mirada solitaria, el gesto caído y la mirada escondida entre los pliegues de la falda. Arrastra sus dos perros tintineantes como si de dos tigres mansos se tratase. Ellos abrigados con sus jerseicitos azul marino con dibujos blancos y rojos, tapados hasta las orejas con los gorritos rojos caminan alegres y saltarines ajenos a la tristeza de la mujer de luto.

Bajo por la acera de enfrente con mis pantalones estampados y la boina azulada. Su rostro ajado, su figura enlutada, sus pasos cerrados y el tintín de los
cascabeles estrujan mi corazón; querría cruzar la calle, decirle que..., que es sábado y hace sol, que escucho sus cascabeles desde mi balcón, que me recuerda a "La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa? Los suspiros se escapan de su boca de fresa, que ha perdido la risa, que ha perdido el color", que ellos nunca la abandonarán, que ellos la necesitan, y preguntarle cómo se llaman, si comen bien, cuántos años tienen...

26.1.10

sobre viajes

"Hay hombres-bazares. Se embarcan llevando un acopio de ideas bonitas. Tienen al principio una clientela asidua y jovial. Pero, a poco tiempo, quiebran. Han hablado tanto que quedan vacíos, resonándoles el hueco de las frases expedidas.

Y acontece el gran cambio. La jactancia de los primeros halagos se conierre en desasosiego y fastidio. Claro: no pueden reponer el stock amable, por más que se expriman y rebusquen.

Al final del crucero su bagaje es liviano de simpatía. Y bajan cavilosos, entre la indiferencia general, lo mismo que contrabandistas a quienes hubiesen decomisado el contrabando."

Periplo. Juan Filloy.

21.1.10

"Cuando usted viaje, deje su vida en su casa, en su pueblo, en su ciudad. Es un artefacto inútil. No la exhiba a nadie. Sea un "sibarita del silencio", como dice Benjamín Jarnés. Los seres que hacen su propia apología deben recluirse en el narcisismo. Quien lleva a los pleasure trips preocupaciones de vanidad, agrega la carga más estulta a sus valijas... Vaya, entonces, con liviano equipaje de sí mismo: con muchas, muchas mudas para el cuerpo y pocos trajes para el alma."

Periplo. Juan Filloy.

15.1.10

pero el aire...



(Playa de Aguieira. Portosín. 27-12-2009)



Son las 5:12 el viento zarandea las persianas, ruge entre las antenas y maltrata los pensamientos enanos aparcados en mi balcón. Más vale seguir encogida bajo el edredón. Otro manotazo del torbellino y las persianas emigran a lo Mary Poppins. El airón ulula entre los cascotes calle arriba, calle abajo. Sin pasos, sin coches. Cinco vueltas más. Las 6:24 voces oscuras planean en sueños. Sube y vuelve a bajar. Recuerdo el sonido de las campanas de los barcos en el muelle de Portosín. El vendaval arreciaba, tañían agitadas y nerviosas. Apenas una hora antes una extraña quietud se había adueñado de la playa, apenas ráfagas de viento, el mar en calma como en los calurosos días de julio, un cielo gris inquietante y la arena luminosa. Las 8:10 comienza a clarear por el este.

10.1.10

cuidado con la nieve

Es una noche oscura y fría, bajo un cielo saciado de estrellas: Perseo, Cruz del Sur, Pegaso, Hércules. Olvidadas. Lejanas. "Tus ojos me recuerdan las noches de verano negras noches sin luna, orilla al mar salado, y el chispear de las estrellas bajo un cielo negro y bajo." Una noche perezosa y solitaria. El viento titubea helado. Villagonzalo de Tormes. Nada parece anunciar la nieve que se avecina. Autovía de Avila. Lucecitas dispersas a los costados. Perdidas. Las once de la noche. En la radio Maria Bethania canta Tua de Adriana Calcanhotto. Tres grados bajo cero. "Me embriagaré una noche de cielo negro y bajo, para cantar contigo, orilla al mar salado, una canción que deje cenizas en los labios." Diminutas a lo lejos, las siluetas de la Catedral y la Clerecía. Andrómeda, Leo, Libra, Orión, Cassiopea. Ha llegado del momento de guardarse de la nieve y esperar.

5.1.10


Los zapatitos listos y en la puerta.



Y un recuerdo para la pequeña Lhasa que nos ha dejado un poco más tristes sin sus canciones.
Sit tibi terra levis.



3.1.10

carta a los reyes magos

Queridos Reyes Magos:

Después de años de plegarias ronroneantes, listas insensatas y creencias sin grietas, siento que la ingenuidad se ha ido a criar malvas. La culpa no es mía, pero a la vista está, los resultados cantan: los amores piadores son fugaces, la felicidad en tragos cortos y por puntos, los picaflores carceleros acechan con sus pistolas de láseres paralizantes y, por si fuera poco, los cuervos cenizos han tomado las riendas del planeta.

Pero como soy una provinciana tenaz y me he portado estupendamente vuelvo a la carga otro año más, y os pido un año de amores piadores, la felicidad a mordiscos, los amigos a bandadas y una cabeza a pájaros; que me libréis de los picaflores que me quieren en una jaula, y de los buitrescarroñeros siempre al acecho. Y, por supuesto, alpiste a mazo.

Emma