23.2.13

cosí fan tutte






        Una nieve tan fina como una loncha de jamón ibérico perfilaba los tejados de la ciudad, en una mañana de sábado con un sol esmirriado.  Tan escuálido como el índice de mi  subprime,  tanto, tanto que  no he tenido más remedio que recortar (hemos recortado  —cosí fan tutte—) las salidas nocturnas, con un día a la semana vamos sobradas, y esta semana tocó sábado. Este frío que hiela la cabellera es más propio de noche con mantita, chimenea y agenda de contactos…,  pero F  ha comprado las entadas para Subprime. Al Liceo nos vamos envueltas en pieles del ártico. 

Atreverse con estos temas de denuncia política  a estas alturas de cómo va la patria es de alto riesgo,  corres el peligro quedarte out en un mes; y  esto es lo que le ha pasado al señor autor.  Subprime no sorprende, ni ironiza, ni escandaliza, ni ná..., es más se han quedado cortos.  ¡Niños!, que ya vamos por que el innombrable —en nómina hasta antes de ayer—  ha realizado una declaración notarial de donaciones de empresas y pagos para desvelar en caso de que acabar en la trena, las escuchas van camino de remontar el amazonas hasta Iquitos.  Subprime se queda corta, enana,  hay más imaginería de chantajes,  escuchas, corrupciones y restos en el día a día que en esta ficción raquítica.   Y con este porte de para esto no pago 20 eurazos, me leo la prensa online más completita de escándalos,   y de  si lo sé no vengo,  volvimos al frío a la hora de Cenicienta. Directas  a la fiesta del castillo en busca del príncipe con zapatitos  de cristal.   

19.2.13

no damos abasto


Para desayunar me han puesto el discurso de Rajoy en el estado de la nación y para comer adobo el filete con el discurso de Rubalcaba diciendo que el primero ha ido al parlamento a “reinventarse”.  ¿? La salsa se corta y el filete apesta. Busco un cigarrillo en los ceniceros, sin respuesta. Me lo invento.

Tú  pensabas que hoy era el día del estado de la nación —¿qué hay de lo mío?—, que las cadenas están a otra cosa mariposa, pero no, siempre nos queda radio 5 para el servicio público al radioyente —radio escucha que dicen ahora los profesionales—, y podrías atropellarte a noticias un día más: qué nuevo correo largará Torres, habrá escapado algún millón más para  Sepúlveda, te habrán intervenido los teléfonos —volver al tantán en el momento WhatsApp?—, o te dará los buenos días otra de mujeres esclavizadas en un macroprostíbulo. Pero un discurso de hora y media con la bancada dormitando no entraba en los planes mañaneros de sol a medias tintas, café en la terraza del Novelty,  unos tragos duplicados y un cigarro de propina.

Los escritores, por lo general, han sido y son grandes fumadores. Pero es curioso que no hayan escrito libros sobre el vicio del cigarrillo, como sí han escrito sobre el juego, la droga o el alcohol. ¿Dónde están el  Dostoyevski, el de Quincey o el Malcolm Lowry del cigarrillo?  La primera referencia literaria al tabaco que conozco data del siglo XVII y figura en el Don Juan de Moliére. La obra arranca con esta frase: “Diga lo que diga Aristóteles y toda la filosofía, no hay nada comparable al tabaco… Quien vive sin tabaco, no merece vivir”.
Solo para fumadores. Julio Ramón Ribeyro.  

Un día sin tabaco sería el colmo del aburrimiento, sería para mí un día absolutamente vacío e insípido y si por la mañana tuviese que decirme hoy no puedo  fumar creo que no tendría el valor para levantarme.
La montaña mágica. Thomas Mann.

14.2.13

che coss'è l'amor





He visto brotes verdes en los árboles de la vereda en el paseo de Canalejas, tal cual, nada de metáforas de economía - política. Canta el cuco y el sol arruga los amores. El invierno viaja lontano con la mochila cargada de amores mutilados.  






11.2.13

fallaste corazón





Fallaste corazón.  (Y tu que creías el rey de todo el mundo, y tu que nunca fuiste capaz de perdonar... Maldito corazón, me alegro que ahora sufras, que llores y te humilles... La vida es la ruleta en que apostamos todos y a ti te había tocado no más la de ganar pero hoy la buena suerte te ha volteado. Fallaste corazón, no vuelvas a apostar) 
Pecados y Milagros
Doña Lila Downs.  (Me gusta su voz porque me recuerda a Chavela Vargas) 

8.2.13

tarifa plana






               Como no estoy en el listado de los posibles sobres no puedo cantar aquel temita de los Siniestro Total, Todos en el paro y yo me estoy forrando,  himno glorioso de cuando la crisis total de los primeros 80 azotaba sin piedad, ¿os acordáis?  Es lo que tiene vaguear todo el día, los recuerdos se bajan gratis al cien por cien,  tarifa plana 24 horas, 100 GB a máxima velocidad: 
Recuerdo sin orden ni  horario:
 — el edredón de flores verdes y amarillas cubriendo la cama de Ricardo, su reflejo en el espejo colgado del techo;    
 —la reluciente hoja de una gastada navaja de Taramundi con mango de madera  que he perdido hace muchos años;    
—el musgo aterido al tronco de la Palmera en el jardín de la casa de la Choupana. 

4.2.13

foi na cruz






Maquinaba la lista de la compra tan ricamente tumbada en la chaise longue y con mi   I-pad en ristre —que por cierto, está hecho un marrullero y me tiene tola—;  entre tanto deslizar los índices arriba – abajo,  termino cayendo en los brazos de la listas contables de míster Bárcenas. Una pena no haber caído directamente  en la lista, concretamente en la lista de los apuntes del haber con cuatro dígitos me conformo, no hay que ser avaro, me habrían salvado de mañanas enviando el maldito curriculum ahora que el divino del jefe nos ha aplicado un ERE.

Varias décadas de libretita,  días de  afilar el lápiz y chupar la punta,  enfundarse los mitones y frotarse la manos a lo Mr. Scrooge de Dickens, antes de asentar los dineritos en el debe y el haber,  para que venga El País y la tecnología,  y a golpe de uña puedas fisgar todo lo recibido por M.R.,  la propina para la comunión de no sé qué vástago de la señora Mato, o  los regalos de tal Piñeiro, que son muchíiisimos,  todo el cotilleo al viento de la red. Con tanto chismorreo se ha esfumado la lista del Mercadona, he pillado un cabreo del cinco y clavaría en la cruz a los del listado al grito de “Meus pecados castigados”.