28.8.11

desafinado

Viernes 26 de agosto. Crepúsculo. Un aire lento y frío resbala por las escaleras de la Clerecía, tropieza con el extranjero de boina negra que toca el violín en la esquina de la calle Meléndez y rueda a trompicones por la calle Compañía. Acaba de terminar su pieza desafinada, observa las mesas de la terraza mientras riega con su aliento norteño los dedos regordetes enrojecidos por la artrosis, sus pies un sombrero de paja, una flor pálida y algunos céntimos. Sopla la brisa y vuelve a soplar su aliento. Hoy la mujer meridional no toca el arpa. El violín solitario desgasta sus notas entre los pies de los viajeros; hacia la madrugada que esperan abrazados en la estrechez de una habitación de cualquier pensión.



22.8.11

¿ya estoy aqui?

Misombra dice que padezco el “efecto Google”, que he abandonado mi memoria en el teclado.

Barra de google, tecleo: s-o-m-b-r-a.

Primera entrada: Una sombra es una región de oscuridad donde la luz es obstaculizada. (wikipedia dixit).

Miro alrededor. Es ciudad de oscuridad.

Tecleo: 50.01/1.209
Primera entrada: 50.01 / 1.20900 = 41.3647643

¡Dios! Soy de google. Tiro la calculadora por el balcón. ¡Adios calculadora solar! Y bye, bye memoria.

No es ciudad para olvidos.

8.8.11

el duero




Régua, 16 de septiembre de 1962

Sudor, río, dulzura.
(En el principio era el hombre…)
De cocción en cocción,
El mosto va corriendo
en su lecho de piedra.
Corriendo y reflejando
el bifronte paisaje
marginal.
Corriendo como corre
un dorado caudal
de sufrimiento.
Corriendo, sin
saber
si avanza o retrocede.
Corriendo sin correr.
La desesperación nunca desagua.

Miguel TORGA, Diario IX (1964). Traducción de José Luis Puerto.

5.8.11

más listas

Esta mañana me he despertado con la prima de riesgo clavada en la neurona 4061 HNZ, y ahí el dardo toda la mañanita, con las bolsas arrastradas por los suelos, los correveidiles amargando el viernes a la clase política del orbe occidental, Trichet deshojando la margarita y los mercados haciendo el agosto. Una servidora también querría hacer su agosto, sacar tajada de esos bonos por las nubes. A ver que alguno de mis visitantes –del blog digo, porque en la casa Misombra y yo hemos cerrado en agosto¬ como el Turkish Bar del barrio- me informe dónde puedo comprar esos bonos al 5% porque mi banco no nos paga intereses desde la batalla de Lepanto. Espero respuestas.

Para colmo de males, me escuece el filete de panga que viene cargado de mercurio y plomo, y con aspecto de celacanto., ¿Igual de prehistórico? Este regustillo a viejo de dice que por esos años le anda. Consigo disolverlo en una copa de rioja y el parte de las tres. Nada como una vuelta al mundo para olvidar las desgracias neuronales. Con la llegada del culebrón postfranquista vuelvo al agosto.

-Voy despertando.

-Ya es hora de que abandones la refrescante alfombra floral de estos días y te indignes..., chata –dice Misombra en un alto dentro de este ajetreo veraniego que se trae.

-Contra algo en concreto?

-La indignación es un estado mental, y el tuyo roza la hibernación. Piensa, piensa… Ahí tirada entre las campanillas azules algo se te ocurrirá. Yo no tengo tiempo.

-Ya sé…Voy a hacer la lista de indignada: los políticos, los lameculos, los mercados y cia, los lobbys, las lomanas, los donjuanes, los salvamedeluxe y los embusteros. ¿Cómo la ves?

-Para empezar no está mal pero falta algo en esa lista, un pizca de sapore di sale –asevera Misombra con cara de filosofía.

Cuando empezamos con la sesión conciencia, mejor dejarla y tirarse a la calle con Gino Paoli en el ipod.