30.1.07

lunesito juguetón

¡brrr! El frío rugoso de la mañana.
¡umm! El regusto vibrante del café.
¡uf! El chirrido mustio de la puerta de la oficina.
¡bah! El parlado insípido de mi jefe.
¡oh! La figura frugal de la vecina desteñida.
¡ah! El griterío picante de los escolares.
¡huy! La mirada crujiente de la estanquera.
¡ooh! El manoseo susurrante del edredón.

25.1.07

más cine

"Luces al atardecer", de Aki Kaurismäki, es la historia de un guardia de seguridad al que seduce una rubia gélida y malísima con el único objetivo de robar una joyería y cargarle el muerto. Emociones contenidas a punto de explotar, paisajes desolados, frío sin nieve, pocas palabras, dos claveles rojos y soledad. Un Helsinki como nunca imaginé. Y los tangos cantados por Gardel; un tango para comenzar: "Volver" y otro tango para terminar: "El día que me quieras". Un perro escuálido y abandonado. Y un magnífico arranque: el repaso de la historia de la literatura rusa que nos dedican los obreros rusos que salen del trabajo; de lo mejor.
Es lo que tienen los nórdicos, tan jodidamente poéticos en su desierto helado!


Trailer LUCES AL ATARDECER - GOLEM DISTRIBUCION

22.1.07

de profundis

"Toda obra de arte es una profecía cumplida. Porque toda obra de arte es la conversión de una idea en imagen."
De profundis. Oscar Wilde.



"El cielo es una red cuajada de peces sombríos.
Aquí vienen a dar todos los vientos, todos.
Se desviste la lluvia.
Pasan huyendo los pájaros.
El viento. El viento.
Yo solo puedo luchar contra la fuerza de los hombres.
El temporal arremolina hojas oscuras
y suelta todas las barcas que anoche amarraron al cielo."
Pablo Neruda

18.1.07

gadgets

La diseñadora australiana, Aheda Zanetti, ha ideado un bañador especialmente concebido para que las mujeres musulmanas puedan disfrutar de la playa y el mar sin temor al apedreo de sus señores, y lo ha llamado burkini. Tal trapito -como su nombre indica- es una mezcla del burka y bikini, un dos piezas que te tapa enterita, dejando solo al descubierto la cara, los pies y las manos; ni un pelo al viento, ni un lunar en lontananza. Claro, que también resulta ideal para alérgicas al depilado o al sol. El modelito está confeccionado en un tejido especial, que protege de los rayos UV y seca en un plis-plas, lo que debe ser muy de agradecer para sobrevivir a la irritante sensación de la lycra mojada pegada a la piel de todo el cuerpo durante horas.

Rabieta casi tan picajosa como la que nos provoca perder el móvil en estos tiempos en que lo llevamos con nosotros, más que al amante, hasta en la ducha. Y así, claro, terminamos olvidándolo en cualquier esquina, quizás en un deseo inconsciente de librarnos de su tiranía -ya lo decía el señor Julio Camba: "El teléfono es nuestro tirano. Es un tirano arbitrario, irritable y neurasténico que nos llama con su voz gangosa en los momentos más solemnes de nuestra"-. Los españoles tenemos predilección por dejarlos tirados en los taxis: ¡hala! a recorrer mundo, los italianos suelen perderlo en el trabajo y los ingleses en los partys -esos eventos sociales donde se bebe gin-tonic y no se come-, claro que los alemanes no lo pierden nunca: ya lo han incorporado a su fisiología como otro miembro más, imprevisible e inoportuno las más de las veces. ¿Os suena, queridos?

15.1.07

lunesito mustio

Con el lunes no me atrevo, simplemente lo dejo pasar, eso sí, lo espío escondida en el reposapiés mientras observo con regocijo mis botas nuevas de color chocolate y reflejos charol, con la punta redonda y alzas en el tacón; y escucho mis nuevas adquisiciones musicales: desde Let’s do it de Eartha Kitt, o Just a Gigoló de Louis Prima, a Somehin’ stupid de Nancy y Frank Sinatra, una recopilación muy completita de r&r de los cincuenta, y Le fil de Camille, una francesita de voz melosa y canciones torturadas que me pirra.

12.1.07

viernes

Una mañana igual a todas, en que las cosas tienen el aspecto de siempre, tal vez algo más fría en este invierno inusualmente cálido, y mientras enciendo mi ordenador, el rumor monótono de la oficina va haciéndose un hueco a mi lado, elige el mejor sitio a mi izquierda, lejos de la puerta de entrada, bien calentito. Y espera. A los once y media, ha crecido dos palmos pero apenas tiene grasa. Una hora más tarde, necesito calzador para entrar en mi cubículo: ha ganado cuatro quintales y unas pocas leguas, ¡qué barbaridad! A pesar de varias llamadas y algún desajuste presupuestario, que casi le cuestan unas arrobas, ha ganado la partida. A las tres en punto, me tira del asiento y salgo corriendo.
¡Ya es viernes!

(gracias a mi admirado Juan José Arreola)

9.1.07

Este año ha tocado el calendario de los bomberos de Salamanca -hombres de gesto valeroso con pose gallarda y un aire áspero en la mirada-: Melchor que tenía el año juguetón; pero ya estoy temiendo los próximos Reyes Magos. Sí, ya lo esto viendo..., a Melchor que se descuelga con una "Boneca faladora" en un arranque de empatía nacionalista, y recuperando sus orígenes chiitas, sijs, kurdos, suníes… o cualquier otra tribu de la zona entre las que tanto predicamento goza el etnocentrismo; decide recordarle sus raíces a una gallega en la diáspora, e intenta una normalización lingüística siguiendo el ejemplo del señor Bieito Lobeira, diputado del BNG, que ha presentado una iniciativa parlamentaria en la que anima al Gobierno gallego a impulsar la fabricación de una muñeca repollo que hable gallego, al estilo de la Nines que pide que la peinen, que le den de comer o beber en catalán hasta acabar con las pilas.

El señor Lobeira cree que los juguetes y regalos que reciben los pequeños pueden convertirse también en instrumentos para la normalización lingüística, tan necesarios en las urbes gallegas donde "o galego se encontra prácticamente excluido". Así que nada mejor que unas muñecas interactivas (bonecas faladoras) que hablen gallego puesto que las existentes en el mercado "non falan unha soa palabra en galego" limitándose a reproducir un "esquema lingüistico imposto". El problema del nacionalismo es que siempre anda un trecho atrás: muñecas parlanchinas cuando el futuro son los videojuegos, y ¿para los nenes? ¿bomberos normalizados?

¡Y yo que soñaba con la Barbie Sirenita!

4.1.07

carta a los reyes magos

Queridos Reyes Magos:

Soy una chica de provincias, vivaracha y algo ingenua.

Sí, ya sé que esto es un imposible, pero vuelvo a insistir un año más: quiero pediros un año de amores piadores, la felicidad a mordiscos, los amigos a bandadas y una cabeza a pájaros. También, quiero que me libréis de los picaflores que me quieren en una jaula, y de los buitres carroñeros siempre al acecho. ¡Ah!... y, por supuesto, los cuervos cenizos: nunca más.

¡Huy! me olvidaba, también quiero alpiste a mazo.

Un beso con alas.

emma b.

2.1.07

cuento de navidad

Con las Navidades, una nunca sabe si acabará hundida en un letargo invernal al más puro estilo de melancólica campiña irlandesa; o afinando la zambomba, encajándose el vestidito vintage de lamé dorado y las sandalias de pedrería para terminar cuesta abajo en un cotillón espumoso, sumergida entre burbujas con aromas de colonias dulzonas y cargantes al alimón con sudores y resuellos de gentelmans de tres al cuarto que se pavonean esquivos con sus chaquetas de fibra acartonada y el pelo cortado a lo David Beckham.

Claro que esta Navidad, con tanto Papa Noel rampante por las fachadas, balcones y azoteas del país, los presagios no eran de pandereta, y si no que se lo digan a la criatura que se cayó de un quinto piso al tratar de socorrer a su Papa Noel que jadeante y agotado asomaba por el borde de la ventana. No, los augurios vaticinaban una navidades en reclusión, de aislamiento por las alturas como El barón rampante: una encaramada en las desangeladas copas los árboles entre las bombillitas blancas y rojas, hibernando bajo el relente invernal. Y así fue, parece que el cerebro recuperó los mecanismos ancestrales de los reptiles y una fue condenada a una salvaje hibernación navideña, a un total aletargamiento de los sentidos. No es una licencia literaria, no, queridos; cuenta el amigo Punset en El alma está en el cerebro -un regalo de la pequeña Tarquinia- que, ya en el siglo XVII, Thomas Willis sostuvo que "los seres humanos tenemos un cerebro "integrado", es decir que hemos heredado el cerebro de los reptiles y que, al evolucionar como mamíferos, no descartamos el cerebro de los reptiles, sino que lo mantenemos perfectamente integrado en un cerebro mayor". Y así, gracias al cachito de cerebro de ofidio, una ha sobrevivido una navidad más a la boa de espumillón y serpentinas, al Papa Noel rampante, a la dorada salvaje y a los cotillones de media etiqueta.

"La locura es una fuerza de la naturaleza, para bien o para mal; mientras que la bobería es una debilidad de la naturaleza sin contrapartida."
El barón rampante, Italo Calvino.