Los pasos apresurados. Llego tarde. Comienza a llover. El tiempo se echa encima. Las horas no esperan, los minutos arden. Vuelvo. Nadie me espera. Suena el teléfono, tampoco contesto. Llega a deshora. No tengo tiempo.
"Esto era el amor: en el hombre una presunción ridícula. En la mujer una vanidad sucia. Y en los dos un instinto animal de secreciones y de glándulas. -¡Qué asco, Dios mío, qué asco!¡Y eso constituye la base del mundo!¡Eso es el eje ideal alrededor del cual gira el plantea desde una aurora remota a una noche ignorada!"
Amor se escribe sin h, Enrique Jardiel Poncela.
"No, no aparta a dos almas amadoras adverso caso ni cruel porfía: nunca mengua el amor ni se desvía, y es uno y sin mudanza a todas horas. Es fanal que borrascas bramadoras con inmóviles rayos desafía; estrella fija que los barcos guía; mides su altura, mas su esencia ignoras. Amor no sigue la fugaz corriente de la edad, que deshace los colores de los floridos labios y mejillas.
Eres eterno, Amor: si esto desmiente mi vida, no he sentido tus ardores, ni supe comprender tus maravillas." William Shakespeare.
Es domingo. El termómetro de Caja Rural marca 16 grados a las dos de la tarde. Un domingo de febrero silencioso. Las puertas del balcón están abiertas y desde la calle llegan los gritos de un hombre alargado y enjuto, con patillas grises y tez morena.
-¡Zorra! Qué te piensas que no me entero... ¿Qué hacías por Bordadores? ¿A ver qué hacías?
Un taconeo crepita sobre la acera. Una mujer morena brillante grita a los cuatro vientos.
-¿Y tú...? ¿Tú, que hacías por allí? ¿No, trabajabas hoy? Pues en la calle no se trabaja... digo yo. -No me has contestado, ¡zorra! ¿A ver..., qué hacías en esa calle? -Nada, venía de la farmacia. ¿Y tú, cabrón? Mucho preguntar... ¿Qué hacías en la esquina? Allí, sólo, esperando. Esperando... ¿A quién esperabas, eh?
Los tacones han dejado de sonar. Las voces se esconden tras le quiosco de la esquina. En mi balcón, Elvis canta Suspicious minds.
"Estamos atrapados en una trampa No puedo marcharme Porque te amo demasiado, nena.
¿Por qué no puedes ver lo que me estás haciendo cuando no crees una sola palabra que digo?
No podemos seguir juntos Con una mentalidad suspicaz Y no podemos construir nuestros sueños sobre pensamientos desconfiados.
Si un viejo amigo que conozco pasa a saludarme ¿Aún veré desconfianza en tus ojos?
Aquí vamos otra vez Preguntando dónde he estado.
No puedes ver que estas lágrimas son reales. Estoy llorando
No podemos seguir juntos Con una mentalidad suspicaz Y no podemos construir nuestros sueños Sobre pensamientos desconfiados
¡Oh! Deja que nuestro amor sobreviva O seca las lágrimas de tus ojos No dejemos morir una cosa buena.
Cuando, nena, tú sabes Nunca te he mentido. Mmmmmm yeah, yeah"
Le dijeron que hoy era un gran día. Un cuchillo afilado rasgó su clítoris, la aguja y el hilo amputaron su deseo para siempre. Día Mundial de Tolerancia Cero contra la Mutilación Genital Femenina.