El trigo verde sueña aterido bajo una manta de escarcha. Los pajaritos prendidos en los cables eléctricos desayunan al sol. En
Valencia, Alba estrena unas manos delgadas y torpes; levanta con tiento su taza de café y sonríe. No puede dejar de mirarlas: "Son preciosas". Es martes; cuarto menguante.
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