31.5.08

de las antípodas

Lemi Ponifasio inauguró el IV Festival de las Artes. No se qué le habrá parecido a mi Lanzarote, que estaba hecho un pincel en su palco de honor, con su bigotillo recién peinado. Aplaudir aplaudió -que no le quité ojo-, con seriedad y discreción como se tercia en la autoridad, pero no sé yo, no sé...

Mis compañeras de filas y una, que somos discretas señoritas de provincias, nos levantamos hechas un ovillo de dudas. La pregunta de la salida era: ¿A ti, esto que te parece que era? Y de ahí respuestas mil: la creación, el fin del mundo, el eterno opresores/oprimidos, la lucha del bien y del mal...

Todo tiene su explicación, queridos niños: acababamos de salir de un hora y media de no-palabras, nada de melodías musicales, la música más en la onda ruido, y gritos, muchos gritos desgarradores -hay que ver como se desgañitaba la muchacha-. Y claro, tras tanta oscuridad, las luces todavía no alumbran.

El programa cuenta que Ponifasio en Tempest II se inspira en la geografía de la obra Shakespeare y en el pensamiento del filósofo contemporáneo Giorgio Agamben para mostrarnos un diálogo reivindicativo de los derechos humanos. La verdad, lo de la geografía de Shakespeare así, sin texto se me escapa, la filosofía de Agamben la desconozco, tan sólo los parias avasallados eran realmente evidentes y turbadores.
Lo mejor, los actores: su dominio del cuerpo, su plasticidad; las entradas de los señores de negro y los sonidos al hacer chocar sus manos contra el cuerpo. (La verdad, me acordé de Valle-Inclán).

28.5.08

dos de Forbes

Este domingo pasado, El País nos ofrecía dos reportajes sobre sendos multimillonarios de muy diferente edad y apostura. El ruso Román Abramóvich de 41 años y Warren Buffet -que ha estado en Madrid de compras: nada, con menos de 50 millones de euros de beneficios brutos, por favor-, el americano de 78 años, que ha culpado a los bancos de la crisis.

El primero ha hecho enormes negocios a la sombra de Yeltsin, durante el desmantelamiento del régimen comunista, y ha procurado dejarle claro a Putin que no le interesa la política y el poder. Vive entre Londres, Moscú y New York, es propietario del Chelsea FC, acaba de comprar un rancho y una pista de esquí por las Montañas Rocosas. Lo describen como tímido, despiadado, generosos, audaz, calculador y visionario.

El segundo declara que apoya a cualquiera de los candidatos demócratas por sus propuestas sobre el aborto, la sanidad, los impuestos..., y es optimista con respecto a la crisis económica. Vive en la misma casa que compró hace 40 años, conduce su propio coche y cobra 100.000 dólares como ejecutivo de su compañía. El entrevistador lo describe como racional, con sentido del humor, sentido común, seguro de sí mismo y enorme bagaje financiero y de gestión.

Ambos comenzaron bien prontito en los negocios. El ruso a los 18 con el dinero, regalo de su suegro por la boda, que invirtió en perfumes, desodorantes, medias y pasta de dientes. El americano con su primera inversión a los 11 años después de tragarse todos los libros que sobre el tema había en la biblioteca de su ciudad. ¿Algo más en común? Quizás, a diferencia de los chinos -Sharon Stone dixit-, tienen buen karma.

24.5.08

últimamente a la sombra

Últimamente, a la sombra de una cortina blanca tengo sueños deshilvanados, prendidos con alfileres. Tienen varios remiendos mal rematados que se desflecan. Necesito varias horas de la mañana para repasarlos y cogerles el dobladillo. Aún así, y a pesar de mis dotes de zurcidora no consigo una vestidura ni tan siquiera corriente. Si duermo bajo los tilos ¿cómo serán los sueños?

19.5.08

el fin de semana no prometía

El fin de semana no prometía grandes filosofías, más bien un par de días turbios, pasados por agua y relax. El viernes decidí comenzar con los deberes pendientes y, antes que nada, ver "Elegy" de Isabel Coixet. Me defraudó -sí, demasiado categórica, lo sé-. Entre Pe, que no acabo de pillarle el punto, y su falta de química con Ben Kingsley -¿alguién se cree tal amorísimo entre ambos?-, y ese hombre que se derrumba entre melodías de Satie, caídas de hojas y demás touches melancoliques sale una con el "no me lo puedo creer" en la punta de la lengua. Me dejó mal cuerpo, con los pelos revueltos y el estómago encogido hasta que me atizé unas dosis de publicidad en la tele que dejaron como nueva; me cargaron las pilas para dos o tres días.


En el primer spot, cientos de niños de diferentes nacionalidades, con acentos distintos que piden un mundo "Para los hijos de nuestros hijos". Comienza con una mocosa de unos cinco años que les da el desayuno a los papis: "Mamá, papá, quiero tener un hijo", y así el resto de la caterva nos cuenta qué mundo quieren para ellos. Está claro, Endesa intenta transmitir continuidad tras la OPA y, además, deseo de un futuro mejor, a pesar de la crisis del petróleo y de los alimentos, de las hipotecas basura. Un futuro que nosotros y nuestros hijos imaginan posible, al alcance de la mano. Se trata de inducir confianza frente a este futuro incierto que planea en la calle y en nuestras cabezas, que nos hace tambalear y dudar, frente a los agoreros del fin del mundo.

Pero lo curioso es que otra empresa del sector energético pone su granito optimista con otro original anuncio. Con música de piano de fondo repasan los logros de la humanidad: "Inventamos la rueda. Descubrimos el fuego. Llegamos a la luna. Hicimos el pan y sal... Inventamos Manhattan, Macondo... Hicimos catedrales, pirámides, aviones. Inventamos el rock, la penicilina..., los jardines de Babilonia y hasta Peter Pan. Si hemos sido capaces de todo eso, cómo no vamos a ser capaces de proteger lo que más nos importa. Repsol, inventemos el futuro". Todo un mensaje de optimismo y fe en la humanidad –si antes lo hemos hecho, ahora ¿por qué no?—, creer en el futuro, en el poder del hombre para crear un futuro mejor a pesar de la crisis, de la desazón y falta de confianza. La antítesis del "No hay futuro" del punk. Hay un futuro, está por inventar, nos dicen.

Ahora que el precio del petróleo se ha disparado, los bio-combustibles no son alternativa y provocan crisis de alimentos, el ladrillo va de capa caída, y la economía cuesta abajo en la rodada, los grandes del sector energético se empeñan de infundirnos optimismo, esperanza y fe en el porvenir: Está claro, amigos, saldremos de ésta. Todo está en nuestras manos, y tú puedes conseguirlo.

Creo que Solbes, los ladrilleros, la banca Morgan..., deberían contratar a las agencias de creadoras de estos anuncios para que transmitan con pizco de confianza a los mercados, y a los consumidores a ver si relanzamos la demanda. ¡Y a crecer!

¡Si son las mil! Necesito mi dosis de Repsol.

14.5.08

miro por la ventana

Miro por la ventana. El suelo está mojado. Una hilera de coches bordea la acera. Azul, blanco, plateado, blanco, negro, granate, blanco, blanco, gris, plateado. Los estorninos levantan el vuelo al escuchar la sirena de una ambulancia. ETA ha vuelto a matar. La hilera de coches da la vuelta a la esquina: azul marino, negro, blanco, gris, gris.

Dos mujeres de pelo negro caminan bajo mi balcón. Hablan despacio en una lengua que no entiendo. Si fuera primavera vería el sol reflejarse en los cristales de los coches rojos que bordean la acera. El aire templaría las voces de las mujeres de pelo negro. El suelo ampararía los pasos de las mujeres que caminan despacio. Una tarde de mayo.

9.5.08

9 de mayo

El aire es frío, pero ha vuelto a salir el sol. No se habla de otra cosa que de Fritzl, el monstruo austriaco, y del mayo del 68. Ya ni me acuerdo del invierno.
(Vuelvo a limpiar con saña el teclado del ordenador). Es viernes, ahora que tengo tiempo.

6.5.08

peces



«Hubo un tiempo en que yo pensaba mucho en los axolotl. Iba a verlos al acuario del Jardin des Plantes y me quedaba horas mirándolos, observando su inmovilidad, sus oscuros movimientos. Ahora soy un axolotl.
.../...

Fue su quietud lo que me hizo inclinarme fascinado la primera vez que vi los axolotl. Oscuramente me pareció comprender su voluntad secreta, abolir el espacio y el tiempo con una inmovilidad indiferente. Después supe mejor, la contracción de las branquias, el tanteo delas finas patas en las piedras, la repentina natación (algunos de ellos nadan con la simple ondulación del cuerpo) me probó que eran capaces de evadirse de ese sopor mineral en que pasaban horas enteras. Sus ojos semejantes a los nuestros. Los ojos de los axolotl me decían de la presencia de una vida diferente, de otra manera de mirar.»

Axolotl. Julio Cortázar.

3.5.08

3D

Quizás sea un tópico, lo sé, pero cuando hablan de Colombia, y sobre todo de Cali, lo primero que me viene a la cabeza, aparte claro está de mis adorados García Márquez o Alvaro Mutis, es el narcotráfico, la guerrilla, los paramilitares o los sicarios. En fin, un cuadro bastante siniestro. Así que esta tarde lenta y tormentosa de vuelta de puente voy a romper el círculo para hablar de Colombia, y de LUCES un precioso corto de animación 3D dirigido por Miguel Ernesto Yusty que se ha estrenado en España el pasado mes de abril.

Este divertido cortometraje ironiza sobre ese momento en que surgen las "grandes ideas", el famoso momento eureka, y se puede ver como preámbulo de la película franco-israelí La banda nos visita en los Cines Renoir de Madrid, Barcelona, Zaragoza, Palma de Mallorca, Bilbao y Tenerife.

Después del estreno de LUCES, Miguel Ernesto Yusty -todo un innovador del cine digital- comenzará el rodaje de su segundo cortometraje de ficción DITO, el niño despertador con equipo colombiano y español.